América, Política

¿La yihad en Boston?

Los atentados terroristas de Boston pueden haber sido obra de la yihad. También es posible que no lo hayan sido. A fecha de este escrito a última hora del lunes, los que mejor lo saben — los autores materiales y sus cómplices, y probablemente las fuerzas de orden público — guardan silencio. Con independencia de cuál pueda ser la verdad, las reacciones a las crónicas iniciales desde varios sectores han sido reveladoras.

Una primera información aparecida en el New York Post afirmaba que "La policía tiene un sospechoso — un nacional oriundo de Arabia Saudí — de los horribles atentados de la Maratón de Boston”. Sin embargo, la policía de Boston negaba tener bajo custodia a un sospechoso, y la extrema izquierda y las organizaciones islámicas se lanzaban a difundir ésa noticia: La página Talking Points Memo difundía un artículo bastante claro, pero en el izquierdista portal Salon, Alex Seitz-Wald titulaba su crónica “Activista Pamela Geller culpa a ´yihadista’”, criticando a Geller por "aprovechar una crónica del New York Post escasamente sustentada”. La activista islámica Reza Aslán tuiteaba: “Policía de Boston: no se han hecho detenciones en relación al atentado de la Maratón, así que basta de la intoxicación del nacional saudí”.

La implicación es que si no hay bajo custodia ningún nacional de origen saudí, entonces los atentados no son yihadistas. El asunto les explotó en la cara, sin embargo, al resultar que el New York Post estaba en lo cierto, las autoridades sí tenían bajo custodia a un nacional saudí. Según CBS News, “Fuentes de las fuerzas del orden informan al reportero Miller que un testigo dice haber visto a una persona actuando de forma sospechosa a lo largo del trazado de la maratón donde tuvieron lugar las explosiones”. Miller explicaba:

El testigo dice haberle visto alejarse del dispositivo. Una persona razonable se habría alejado. Pero el testigo ha dicho haber visto antes al sospechoso. Es un civil — que se acercó, le estuvo vigilando y ahora informa a la policía de Boston. Está siendo interrogado y sufre quemaduras. Eso significa que este testigo habría estado muy cerca de donde tuvo lugar esta deflagración, pero no tanto para sufrir quemaduras graves como otros.

Hay otros indicadores que apuntan a un atentado yihadista: la elección del momento y la coordinación entre las deflagraciones pertenecen a una clase vista con anterioridad en los atentados yihadistas de Mumbai, así como en numerosas explosiones yihadistas en Irak y Afganistán. También al igual que en Mumbai, los explosivos se habrían activado a distancia. Pero como es costumbre, hay quien entre los medios convencionales se apresura a culpar a "activistas de derechas": según Víctor Medina en el Examiner, "El izquierdista redactor de la revista Esquire Charles P. Pierce trata de cargar los atentados a derechistas, en un caso parecido al del desequilibrado Timothy McVeigh en los atentados de Oklahoma City. En otro ejemplo, el analista de Interior de la CNN Peter Bergen especula con que el tipo de explosivo podría vincularse a grupos de extrema derecha”.

Tales reacciones son ilustrativas de la avidez general entre los medios convencionales por restar importancia e incluso negar frontalmente que la yihad represente alguna amenaza. En última instancia, sin embargo, haya habido o no un saudí (identificado como residente en Estados Unidos con un visado de estudiante) implicado en los atentados, o hayan sido los atentados de la Maratón de Boston yihadistas o no, la yihad contra Estados Unidos sigue activa. Yihadistas de todo el mundo han dejado patentemente claro en numerosas ocasiones su odio a los estadounidenses y su determinación a la hora de matarlos en nombre de Alá. Si los atentados terroristas de Boston resultan haber sido obra de alguien más, no significa que los yihadistas violentos se hayan esfumado. La yihad ya está aquí en Estados Unidos, como vimos no sólo el 11 de Septiembre sino también en los crímenes de Fort Hood, el atentado frustrado de Times Square o el complot del árbol de Navidad de Portland, entre otros muchos ejemplos. Desde el 11 de Septiembre, se han registrado más de 20.000 atentados yihadistas en todo el mundo; la negación que domina a medios y autoridades en lo referente a la respuesta a estos atentados no hace sino garantizar que los atentados yihadistas sean cada vez más frecuentes en todo el país.

Y en cuanto a la cobertura informativa de la noche del lunes, los tertulianos especulaban con que el atentado terrorista fuera de autoría "nacional" o "extranjera". Mientras los analistas de izquierdas especulan libremente con "la autoría de la extrema derecha", los que sospechan de un atentado yihadista basándose en el interrogatorio del nacional saudí son criticados por ser "islamófobos”.  Los medios convencionales hacen piña, apoyados y fomentados por el coro de activistas y compañeros de viaje en Twitter y las demás redes sociales. Y la dirección en la que marchan garantiza que estemos menos seguros.

Robert Spencer es experto en el islam en la Universidad de Carolina del Norte en Chappel Hill y autor de 10 libros.

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