Política

Preguntas para los candidatos

¿Qué tipo de vigilancia instituirá para los funcionarios musulmanes del ejército y la Inteligencia con el fin de intentar garantizar su lealtad a Estados Unidos y su rechazo a la ideología de la jihad y la supremacía islámica? Y específicamente, ¿qué hará con Hesham Islam y Stephen Coughlin?

Robert Spencer
Con otro enfrentamiento presidencial Republicano programado para el miércoles y los Demócratas variando de nuevo el jueves, pensé que sería un útil servicio público proporcionar algunas preguntas para el debate — después de todo, la gente de la CNN y el Los Angeles Times tienen muchas cosas importantes que hacer, y hay algunos temas que creo es muy probable pasar por alto. De modo que he aquí una relación que son invitados a utilizar, gratuitamente, con unas cuantas preguntas que desinteresadamente me gustaría ver responder a los candidatos de ambos partidos:

¿Qué hará usted para tratar el aspecto de inmigración de la seguridad nacional? Con planes en marcha de traer a grandes grupos de iraquíes, incluyendo a iraquíes musulmanes, a Estados Unidos, ¿qué tipo de vigilancia implementará usted para garantizar que no estamos importando terroristas jihadistas al país? ¿Volverá a evaluar los niveles de inmigración procedente de países musulmanes basándose en la admisión del hecho de que no hay ninguna manera fiable de distinguir entre un musulmán pacífico y un simpatizante jihadista o un jihadista potencial?

El 40% de los jihadistas extranjeros que luchan contra las fuerzas americanas en Irak proceden de un aliado putativo de Estados Unidos, Arabia Saudí. El Reino es también uno de los principales financieros del terror a nivel mundial. Un funcionario del Departamento de Hacienda que rastrea la financiación del terror, Stuart Levey, comentaba recientemente: “Si de alguna manera pudiera chasquear los dedos y suspender la financiación de un país, sería la de Arabia Saudí”. ¿Qué hará usted como Presidente para poner fin a la absurda situación en la que nos encontramos hoy, financiar por medio de los ingresos del petróleo nuestra propia destrucción a través del terror jihadista? ¿Qué medidas tomará usted para situar nuestra relación con Arabia Saudí bajo un enfoque más realista que el de hoy?

Algunos miembros del Congreso están considerando iniciar audiencias con motivo del despido del único experto del Pentágono en la ley islámica, el mayor Stephen Coughlin. Al parecer, un alto funcionario del Secretario de Defensa en funciones Gordon England, Hesham Islam, presentó objeciones formales afirmando que Coughlin malinformaba al Pentágono en materia de los elementos del Islam que utilizan los jihadistas para reclutar a terroristas y justificar los actos de violencia, e hizo despedir a Coughlin.

Por supuesto, no podemos derrotar a un enemigo que no entendemos, y no hemos estudiado. Además, también hay cuestiones serias acerca del ayudante de England: el experto en terrorismo Stephen Emerson ha llamado a Hesham Islam “un islamista de tendencias pro-Hermandad Musulmana que ha abierto la puerta del Pentágono a colectivos procesados como conspiradores necesarios por la justicia”.

Si eso es cierto, ello plantea preguntas serias acerca de la extensión de la infiltración jihadista dentro de los niveles más elevados de nuestro aparato de defensa.

Si usted es elegido Presidente, ¿qué hará para extirpar a los posibles operativos de la Hermandad Musulmana y otros simpatizantes jihadistas de los cargos sensibles de gobierno? ¿Qué tipo de vigilancia instituirá para los funcionarios musulmanes del ejército y la Inteligencia con el fin de intentar garantizar su lealtad a Estados Unidos y su rechazo a la ideología de la jihad y la supremacía islámica? Y específicamente, ¿qué hará con Hesham Islam y Stephen Coughlin?

En la última semana, funcionarios españoles frustraban un ataque jihadista en el sistema de transporte público de Barcelona, deteniendo a 10 sospechosos. Se ha sabido que estos terroristas planeaban sus ataques en reuniones dentro de una mezquita de Barcelona, donde se descubrieron materiales de fabricación de explosivos. También se supo la semana pasada que los jihadistas reclutaban agentes para ataques terroristas en mezquitas en Montreal antes del 11 de Septiembre.

Estas revelaciones acompañan a un gran número de incidentes más en los que jihadistas utilizan mezquitas para planear ataques terroristas y para reclutar. Como Presidente, ¿preferirá la monitorización de las mezquitas en Estados Unidos para garantizar que este tipo de cosas no suceden aquí? ¿Qué otras medidas tomará? ¿Instará a la comunidad musulmana en América a instituir programas integrales y transparentes en mezquitas y centros islámicos, enseñando en contra de la ideología de la jihad y la supremacía islámica, y destacando las virtudes del pluralismo, la democracia y el no establecimiento de una religión estatal en América?

Si vemos preguntas así planteadas — y respondidas, total y honestamente — podríamos encontrarnos de camino hacia una respuesta integral y sensata al desafío de la jihad tanto en el extranjero como aquí mismo en el país. Pero ni siquiera estamos cerca de esto, y una cosa es segura: no se preguntarán nada parecido a estas cuestiones a ninguno de los candidatos esta semana.

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