La tormenta política provocada por Miguel Ángel Moratinos con sus acusaciones al Gobierno de Aznar de haber apoyado el golpe contra Chávez de 2002 sigue en pleno auge, y con pocos visos de calmarse a corto plazo. Ayer fue, por un lado, la aparición de Llamazares asegurando que existen documentos que prueban ese apoyo, y por otro la decidida y unánime defensa del anterior Ejecutivo por parte de los miembros del PP.

POLÉMICA POR LAS ACUSACIONES DE QUE EL PP APOYÓ EL GOLPE CONTRA CHÁVEZ
El capítulo de ayer del culebrón iniciado el lunes por la noche por Miguel Ángel
Moratinos se abrió con una explosiva intervención de Gaspar Llamazares. El
coordinador general de IU aseguró que existen documentos que acreditan el apoyo
del Gobierno de José María Aznar al golpe de estado contra Hugo Chávez en
Venezuela en 2002. Entre ellos, un telegrama enviado por la embajada española en
Caracas al Ministerio de Exteriores en el que comunicaba que había visitado al
golpista Pedro Carmona y reconocido la nueva situación en Venezuela.


Inmediatamente Ana Palacio, que llegó al Ministerio de Exteriores dos
meses después de la intentona golpista, negó la existencia de cualquier tipo de
documento que pruebe el apoyo del Ejecutivo anterior al golpe porque,
sencillamente, tal apoyo no existió. Palacio calificó las palabras de Moratinos
de calumnia e irresponsabilidad política.

Palacio dijo conocer
sobradamente el expediente sobre aquel incidente, y que en él no se pueden
encontrar datos que puedan llevar a pensar que el Gobierno de Aznar apoyara de
algún modo a la oposición venezolana. Al contrario, aseguró que “España lo que
en todo momento hizo fue jugar el mismo papel que hemos jugado después en el
Grupo de Amigos de Venezuela, siempre apoyando la legalidad, la
constitucionalidad y una salida pacífica, negociada y de concordia social en
Venezuela”.

Josep Piqué, titular de Exteriores durante el golpe, señaló
ayer en declaraciones a la Cadena Ser que “no se puede ser tan imprudente cuando
estamos hablando de la política exterior de España, y me empieza a preocupar
mucho todo lo que está sucediendo. Lamento mucho tenerlo que decir, pero cuando
los que más aplauden eso que se llama la nueva política exterior española son
gente como Fidel Castro o como el presidente Chávez creo que todos nos debemos
de preocupar, y muy a fondo”

Comparecencia de
Moratinos el día 1

Ayer mismo también se conoció que el próximo
miércoles se producirá la comparecencia del ministro de Exteriores anunciada ya
por Zapatero para explicar sus acusaciones contra el anterior Ejecutivo. Sin
embargo, esto no contentó a los populares.

Tras la sesión de control al
Gobierno en la cámara baja, en la que Zapatero eludió tratar el asunto, el líder
de la oposición, Mariano Rajoy, anunció que su grupo solicitará la comparecencia
en el Pleno del presidente del Gobierno para que responda de la acusación
lanzada por el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, porque las
explicaciones de éste no son suficientes ante la gravedad de la situación.


Rajoy se quejó de que Zapatero no le había contestado minutos antes en
el Pleno cuando le preguntó sobre este asunto y denunció que el presidente se ha
negado a responder hasta en tres ocasiones a preguntas sobre esta cuestión, “dos
veces a los periodistas y una al jefe de la oposición”.

Le advirtió de
que “un jefe de Estado, sea del Estado que sea, no puede, durante una visita
oficial, insultar a ningún Gobierno del país que visita, ni al Gobierno actual
ni al anterior”. También recalcó que “un ministro de Asuntos Exteriores no puede
decir en la televisión pública lo que dijo el señor Moratinos, y un presidente
del Gobierno no puede callarse ante esas afirmaciones”.

Por otro lado,
Rajoy anunció que el PP quiere que Zapatero explique también en el Pleno su
política para Iberoamérica, que está llevando a España a perder crédito en el
contexto internacional.

A este respecto afirmó que la gestión del
Gobierno se reduce al fracaso que ha supuesto la Cumbre de Costa Rica, a la
oposición de la Unión Europea a cambiar las relaciones con Cuba y a “grandes
abrazos con Chávez, que viene aquí a hacer lo que hizo”.

Moratinos, ratificado

Por otra parte, la
vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó
ayer en el Congreso de los Diputados que el ministro Moratinos continuará en su
puesto, pese a que el PP pide su cese por considerarlo “indigno” para ser jefe
de la diplomacia española.

En concreto, dijo que “lamento defraudar. El
Gobierno y el ministro de Exteriores van a seguir trabajando como lo han hecho
hasta ahora, especialmente el ministro de Asuntos Exteriores, para favorecer y
consolidar un orden internacional más justo y para favorecer la seguridad, la
concertación y cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo”.