Daniel Pipes Michael Jackson, el rey del pop, está “al borde” de convertirse al islam, informaba CBS News la semana pasada. Si eso es cierto, encaja en un patrón afroamericano recurrente e importante. Los rumores de la conversión de Jackson afloraron por primera vez en noviembre del 2003, un mes después de su detención bajo cargos de pederastia. Said Shabazz, un periodista de la publicación de Nación del Islam, La llamada definitiva, anunciaba que Jackson se había unido a la organización. Añadía que el líder de Nación del Islam, Louis Farraján, “ve en Michael mucha espiritualidad”.Pero Nación del Islam negó esta conexión y la noticia se esfumó rápidamente. Sólo reapareció después de la absolución de Jackson de los cargos de pederastia en junio del 2005. Hacia octubre se había mudado a Bahrain, residiendo en un palacio desocupado perteneciente al príncipe de la corona Salman ibn Hamed Jalifa. El abogado de Jackson le describía como “residiendo permanentemente” en la minúscula isla estado del Golfo Pérsico con sólo 363.000 ciudadanos bahrainíes y la mitad de esa cifra en extranjeros. En noviembre llegaron las noticias de Jackson donando “una enorme suma de dinero” para construir una mezquita cerca de su nueva residencia. El diario The Khalij Times explicaba que la mezquita “se dedicaría a aprender los principios y enseñanzas del islam así como a enseñar inglés, para lo que se importarían profesores de elevado nivel de Estados Unidos bajo su supervisión personal. En enero, una empresa bahrainí, AAJ Holdings, anunciaba que había contratado a Jackson como consultor de ocio. Además, Jackson fue pillado improvisadamente abandonando un centro comercial Bahrainí vistiendo un velo negro, guantes negros y una túnica negra (llamada abaya). En otras palabras, con el fin de evitar publicidad, se había vestido como una mujer islamista. Teniendo en cuenta las célebres excentricidades de Jackson, no está claro a qué se reduce su salida de tono bahrainí, pero si es cierto que se ha convertido al islam, seguirá un camino en vigor desde finales de los años 40 de afroamericanos bajo stress recurriendo a alguna forma del islam. Sus filas incluyen algunos casos importantes conocidos: · Malcolm X: el líder de Nación del Islam se convirtió mientras cumplía condena en 1948. · Tawana Brawley: la tan conocida timadora se convirtió después de que su denuncia de haber sido violada en grupo por hombres blancos quedara en evidencia. · Benjamin Chavis: el gerente de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color se convirtió tras su expulsión llena de escándalos. · John Allen Mohammed: el francotirador de Beltway se convirtió tras un divorcio doloroso. · Henry Tillman: el púgil olímpico de los pesos pesados ganador de un oro se convirtió mientras cumplía sentencia bajo cargos de asesinato. · Mike Tyson: el campeón de los pesos pesados se convirtió mientras estaba en prisión, encarcelado por violación. · James Ujaama: el célebre activista de la comunidad que había luchado contra drogas y prostitución se convirtió al islam en un momento de problemas profesionales; se declaró culpable más tarde de conspiración para ayudar a los Talibanes. Asimismo, O.J. Simpson, la estrella del fútbol acusada de asesinar a su esposa, recuerda, “cuando fui encarcelado leía el Corán”, pero aparentemente no llegó a convertirse. Farraján en persona se ha ganado mucha atención respaldando ostentosamente a conocidos americanos negros metidos en problemas, como hizo por Michael Jackson tras la detención del 2003. Otras figuras incluyen: · Marion Barry, jefe del consistorio de Washington, procesado por consumo ilegal de drogas. · Alci Hastings, un juez federal de Florida apartado del cargo. · Gus Savage, congresista por Illinois, acusado de acoso sexual. · George Stallings, un cura católico acusado de pederastia. También, durante el juicio en última instancia de Lionel Tate en el 2004, el entonces americano más joven condenado nunca a cadena perpetua sin posibilidad de reducción (por asesinar a una niña pequeña cuando tenía 12 años), la Nación del Islam (según el Palm Beach Post) destacó a cerca de 20 “hombres negros vestidos con trajes caros y pajaritas” en el tribunal. Sus líderes “hablaron con los abogados del adolescente, ofreciendo asesoramiento sobre seguridad”. Éstos y otros ejemplos establecen al islam – tanto en su variante normativa como en la de la Nación – como un consuelo de primer orden para los afroamericanos en dificultades. Esto ayuda a explicar porqué Estados Unidos tiene con mucho la mayor comunidad musulmana conversa del mundo occidental (cerca de 750.000 fieles). Cada figura pública negra que se convierte al islam o acepta el apoyo de Nación del Islam ayuda a generar una corriente añadida a cambiar de religión para otros negros, un patrón que también ha emergido en otros países occidentales.
Así, las acciones de una celebridad errática en el lejano Bahrain sí tienen consecuencias significativas.
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