América, Política

UNASUR sigue en su lenta agonía

Cuando Bolivia culminaba su inactiva y absolutamente intrascendente presidencia pro-témpore de “UNASUR”, Brasil concretó, ese mismo día, su anunciada decisión de abandonar a “UNASUR”.


Esto ocurrió, por lo demás, sin que se decidiera qué país debía asumir la presidencia de “UNASUR”, en reemplazo de Bolivia. En teoría,le tocaba al propio Brasil. Pero no fue así. Quedó vacía.

“UNASUR” de esa manera está insólitamente descabezada. Muerta, entonces, con una presunción clara de fallecimiento. Brasil, le dio el mazazo final. Simplemente porque le correspondió en suerte. Una agenda ideologizada al máximo y esencialmente lejana a sus objetivos constitutivos originales, de naturaleza comercial, fue su partida de defunción.

Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú dejaron ya de ser Estados Miembros de “UNASUR”, en forma oficial.

El bloque hoy carece, además, hasta de sede oficial. Ya no existe, ni físicamente.

Ecuador reclamó la devolución del edificio que –en Quito- servía de sede de UNASUR y removió la poco feliz estatua de Néstor Kirchner que estaba emplazada en su frente, aclarando que lo hacía porque ella era una inaceptable imagen de corrupción. Para nuestro país, nada agradable, por cierto. Aunque existan razones obvias para que Ecuador hiciera lo que finalmente hizo, que pudo sin embargo haberse hecho de manera algo menos indiscreta y agresiva.

Pero su gobierno, que ha cambiado el rumbo izquierdista que en su momento impusiera el ahora exiliado voluntariamente Rafael Correa, prefirió aferrarse a la verdad, puesto que debe justificar sus decisiones y acciones y ser comprendido por su propia gente.

Los responsables reales de haberle quitado la vida a “UNASUR” fueron los esposos Kirchner, Evo Morales, y el inepto dictador venezolano Nicolás Maduro,de nuestra propia región, que intentaron, todos ellos, usar a UNASUR como instrumento político, subordinándolo a sus propios intereses y desnaturalizando así su esencia, condenándolo a una muerte lenta que resultó inexorable.

A “UNASUR” lo reemplazará seguramente “PROSUR”, que fuera creada por inspiración e impulso conjunto de los presidentes de Chile y de Colombia.

Bolivia, Guyana, Surinam e, increíblemente, la vecina Uruguay, han preferido no sumarse de inicio a “PROSUR”, sino ser allí –por ahora- meros observadores. Tomando distancia de los demás, lo que no es precisamente un gesto simpático.

La integración regional ha quedado –por lo antedicho- visiblemente lastimada. Quienes impulsaron la equivocada desnaturalización de lo que fuera “UNASUR” han sido los responsables de este evidente y lamentable, paso atrás latinoamericano, que quizás devino una regresión inevitable.
 
 
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
 

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