Uncategorized

Lo único seguro: #RajarDeAr (o #ShortAr)

Algunos están diciendo que Warren Buffet está viejo y pasado de moda. Su fondo Berkshire Hathaway ( NYSE: BRKA ) acumula en el Año uña Pérdida del 20%. Y lo cierto es que los millenials parecen tener mejor suerte.

El 6 de febrero, antes de que empezara toda esta locura de las cuarentenas y demás represiones estatales a los mercados, escribí una nota (“En qué acciones invierten los millennials en Wall Street”) donde decía que sus preferidas eran Apple (NASDAQ:AAPL), Amazon (NASDAQ:AMZN) y Tesla (NASDAQ:TSLA), con un porcentaje de inversión respectivo de 13,5%, 11,2% y 5,8% y todas ganaron en el acumulado del año.

Por cierto, personalmente, en el mediano y largo plazo me gusta Tesla porque Elon Musk es realmente un visionario: desafió la cuarentena y ganó a la vez que “privatiza” el espacio con su SpaceX.

Pero Warren no está moviendo los US$ 137.000 M de caja récord que Berkshire tiene acumulados y esa hoy podría ser una buena estrategia. Insisto con lo que escribí en mi última nota y creo que hoy, salvo casos puntuales, quedarse líquido en dólares es una estrategia prudente. A lo que ahí ya había dicho, agrego que el llamado ‘indicador Buffett” que compara la capitalización de la Bolsa (‘market cap’) y el PBI, está en el caso de EE.UU. en el 151% cuando su media histórica es 75%. Por debajo del 50% se considera que el mercado está barato y por encima de 100% es caro.

Los beneficios empresariales, que tienden a ser un buen indicador para medir la salud de la economía, desde que empezaron con este delirio de las cuarentenas, comenzaron una caída libre que ha dejado un socavón del 36,6% en el BPA (beneficio por acción) del Stoxx 600 y del 28,8% en el del S&P 500.

Para 2021 se espera un BPA un 22% menor en Europa y un 17% en EE.UU. con respecto a comienzos de año. En Wall Street, en el S&P 500, el PER ha llegado a superar las 25 veces, algo que solo había pasado durante la burbuja de las puntocom en el 2001, mientras que la media de los últimos años ha oscilado entre las 16 y 20 veces.

Hablando de casos puntuales, el cobre recupera un 24% desde mínimos reduciendo sus pérdidas anuales al 7% ya que, según la Comisión Chilena del Cobre (el mayor productor mundial), el futuro es alentador en cuanto al consumo del metal. El oro se mantiene oscilando alrededor de los US$ 1730/oz. Por su parte, la volatilidad que mide el índice VIX se encuentra en los 33 puntos, por debajo de los más de 40 que alcanzó la semana pasada y más cerca de los mínimos del año.

El petróleo se muestra volátil, a la espera de un retorno a cierta normalidad. El optimismo parece haberse atenuado un poco, y el crudo se ha movido a un lado y otro durante las últimas dos semanas.
 

En cuanto a bonos, como informa Portfolio Personal Inversiones (PPI), el Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido ampliar su programa de compra en US$ 125.000 M (aproximadamente) y sostiene las tasas, sumado a la decisión de no llevar a la tasa de referencia a terreno negativo y mantenerla en el 0.1%. Esto podría tornar atractivos estos bonos.

En cuanto a la Argentina, como señala el economista Nicolás Cachanosky, la Gran Depresión en EE.UU. fue profunda y larga y la salida no fue gracias ni al New Deal ni a la Segunda Guerra Mundial sino a un shock institucional: la Corte Suprema declaró inconstitucional el New Deal. El gobierno de Roosevelt se había arrogado, de manera inconstitucional, el poder de legislar, juzgar, y ejecutar regulaciones de mercado (es decir, la suma del poder público).

O sea, digámoslo sucintamente, más allá de ideologías o política, lo cierto es que Argentina hoy, además de tener la economía en caída libre, pende de un DNU: de la noche a la mañana, el ejecutivo puede destrozar el negocio más pintado. Y, por cierto, la discusión por la deuda hoy trabada es completamente bizantina porque lo que promete el ministro de Economía es falso en el sentido de que no lo pueden cumplir, no tendrán fondos ni para eso.  

En el primer semestre de 2020, el país acumula una baja de su PBI de alrededor del 15% o más y va para peor, mucho peor según se alarga la cuarentena. La recaudación se cae a pedazos. El impuesto más sintomático son las retenciones, que cayeron 36% en términos nominales y eso que mayo es un mes bueno porque es cuando el campo entrega la producción.

Pero, el gobierno, con verdadero afán autodestructivo, planea reventar la actividad nacional más rentable. Estaría en estudio una resolución obligando a todo aquel que no haya liquidado sus exportaciones antes del 30 de septiembre y lo haga con posterioridad, a hacerlo al precio que el dólar al 30 de septiembre. 

Es decir que el disparado gasto estatal será financiado con altísima inflación hoy reprimida por la cuarentena. Inflación que, aclaremos, no es el aumento del IPC -aunque está muy relacionado- sino la emisión exagerada en tiempo real.   

El consumo y la inversión, que ya acumulan dos años en caída, registrarán durante 2020 un tercero en baja: mientras que el primero disminuirá un 9,4%, el segundo se desplomará un 22,1%, según FocusEconomics. Y el PBI caería un 8,8% en 2020. Muy optimistas en mi opinión. Para tener una idea de lo que viene, abrieron la semana pasada los rubros Indumentaria y Calzado en la CABA. Según Fecoba, en indumentaria abrió el 69%, con 21% de las ventas de un día normal. En Calzado abrió el 74% y sus ventas fueron del 23%.

Así, salvo casos muy puntuales y difíciles de encontrar -y corriendo el enorme riesgo argentino- lo único que cabe hacer con Argentina es “vender todo short”. El S&P Merval medido en dólares vale menos de US$ 400 según PPI y siempre que estuvo debajo de ese nivel fue oportunidad de compra. Hoy, no lo creo.  

Ni siquiera los Cedears son aconsejables. Porque además de lo que vimos sobre Wall Street, se suma la inseguridad jurídica local y la evolución del dólar para comprarlos que ha venido cayendo. Algo similar ocurre con los bonos dólar linked. En las últimas semanas hubo un boom de este tipo de emisiones corporativas y hace pocos días, optimista, Ignacio Olivera Doll de Bloomberg, decía que los bonos corporativos venían bien a pesar del gobierno y que podrían mantenerse al día con los US$ $ 2.000 M en pagos de bonos que vencen este año en medio del noveno incumplimiento del gobierno, una larga recesión y controles de capital cada vez más estrictos.

Los bonos de YPF y Pampa Energia SA estuvieron entre los mejores en mercados emergentes en el último mes. Las ganancias fueron impulsadas por el aumento de la confianza en una exitosa reestructuración de la deuda del gobierno, pero se esto se acabó y va para peor.

Lamentablemente solo queda el dólar blue y, salir afuera sin que se entere el gobierno argentino, hoy como están las cosas no recomendaría desde Argentina -insisto en términos generales, ya que siempre existen excepciones y cisnes negros- ni siquiera las criptomonedas.

Lo que es una pena porque las Decentralized Finance (Finanzas Descentralizadas), con billeteras por caso como las basadas en Ethereum -Argent, quizás la más popular- permite el acceso a herramientas como Maker y Compound, para pedir prestado u obtener intereses en criptomonedas incluso stablecoins como DAI atadas al dólar y hasta se pueden realizar préstamos directamente (peer-to-peer) y generar ganancias con interés desde el móvil.

*Senior Advisor, The Cedar Portfolio 

@alextagliavini

www.alejandrotagliavini.com

// OTROS TEMAS QUE TE PUEDEN INTERESAR

// EN PORTADA

// LO MÁS LEÍDO

// MÁS DEL AUTOR/A

Menú