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Washington comienza a fiscalizar su ayuda militar a Ucrania

Según un informe filtrado a la prensa el pasado día miércoles, el presidente Joe Biden tomó una decisión que se evaluaba pero que nunca había sido puesta en práctica hasta ahora. La información fue confirmada por el Pentágono y refiere a que serán enviados expertos a Ucrania y por primera vez militares estadounidenses estarán sobre el terreno ucraniano con la tarea de llevar adelante inspecciones de los últimos sistemas de armas enviados por Washington para ser utilizados en las operaciones de defensa a los ataques aéreos rusos.

El equipo enviado será el primero integrado de forma completa y directa por militares estadounidenses en suelo de ucraniano. Hasta aquí, los únicos militares de Estados Unidos presentes en Kiev son los que integran el reducido equipo especial encargado de la seguridad de la Embajada de Estados Unidos en la capital ucraniana. Sin embargo, el Pentágono anunció a través de un comunicado del Comando Conjunto que el contingente enviado es muy reducido y no contradice lo prometido por el presidente Biden de no enviar tropas estadounidenses a combatir sobre el terreno. Pero el anuncio de ésta semana se produce en el marco de una preocupación en alza, especialmente entre los congresistas republicanos respecto de la eficacia con la que las fuerzas de Ucrania están utilizando ese apoyo militar estadounidense, especialmente los sistemas de defensa antiaéreos para proteger puntos críticos y establecimientos sensibles del país, en especial su infraestructura que provee servicios eléctricos.

El martes pasado un funcionario de alto rango del Departamento de Defensa declaró a la prensa que no se debe tomar la medida como una evidencia de un compromiso mayor ni un involucramiento militar estadounidense relacionado al combate sobre el teatro de operaciones sino a la instrucción de los militares de Ucrania en el uso operativo de las armas suministradas por Estados Unidos. No obstante, el funcionario explicó que el presidente Biden es consciente de la importancia en la instrucción para el uso así como el posible riesgo de algún desvío ilícito de esos sistemas de armas, por lo cual se están llevando adelante todas las medidas disponibles y coadyuvantes a neutralizar cualquier intento de que eso suceda.

El contingente militar lleva como misión instruir al personal militar ucraniano en el uso de esas armas de defensa sin participar de manera directa en las acciones que tengan relación con la utilización en combate de dichas armas. Los funcionarios del Pentágono no han informado el número de efectivos militares y expertos en armas existentes en Ucrania ni la cantidad de los que se agregarán desde el próximo día martes como tampoco dónde operarán.

Toda la información al respecto fue brindada por el Secretario de prensa del Pentágono, el General de Brigada Pat Ryder quien ratificó a la prensa que el “grupo especial de acción rápida cuya tarea es la protección de la embajada” no va a participar de ningún tipo de acción u operación de primera línea con el equipo de expertos que fue enviado”.

El General Ryder explicó también que la evaluación de los asesores del presidente Biden de enviar técnicos militares para capacitación en el uso de los sistemas de defensa aérea había sido considerada desde los primeros ataques rusos con drones iraníes y están en directa relación con la preservación de instalaciones críticas para la provisión de servicios eléctricos al pueblo y a los civiles ucranianos, por lo que el envío de técnicos en defensa aérea se relaciona con una cuestión humanitaria ante la necesidad de contar con servicios eléctricos dada la llegada del invierno y no con acciones militares ofensivas, aunque no dio detalles acerca del número ni cuánto tiempo los expertos en armas estarán en Ucrania.

En relación a esta operación el líder republicano de la Cámara de Representantes -el californiano- Kevin McCarthy, se mostró reticente a la medida y reclamó más información sobre el envío de militares estadounidenses a Kiev manifestándose fuertemente contra la decisión del Pentágono y la orden del presidente Biden, al que acusó de manejos ocultos e impropios hacia la mayoría republicana diciendo que su partido no extenderá un cheque en blanco a la administración demócrata para que tome decisiones inconsultas en materia de Ucrania. De todos modos, McCarthy y otros congresistas republicanos dejaron claro que su partido no busca reducir el apoyo a la lucha de Ucrania contra Rusia, sino que desean aumentar la correcta supervisión de la ayuda que se brinde.

En la misma línea, declaraciones a la agencia Bloomberg del representante republicano -por Texas- Michael McCaul, el líder más relevante dentro del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, ratificó la necesidad de una mas amplia fiscalización y pidió explicaciones hacia dónde van las armas como también las partidas de dinero de financiamiento, algo que el contribuyente estadounidense merece y debe saber.

Estados Unidos prometió aproximadamente USD 20.000 millones en ayuda militar y de seguridad para Ucrania desde febrero pasado, esta ayuda incluye sistemas de defensa antiaérea y misiles tierra-aire que han sido vitales para enfrentar y contrarrestar el poder militar ruso y sin los cuales la superioridad de fuerza del Kremlin hubiera tomado ventajas altamente peligrosas para la supervivencia de las fuerzas del presidente Zelensky. En esa dirección, el presidente Biden se comprometió a extender y mantener su apoyo hasta que la guerra sea ganada. Sin embargo, la cadena NBC News informó ésta semana que Biden no fue tan contundente en esa materia con el presidente Zelensky durante una llamada telefónica entre ambos mandatarios ocurrida a finales de Octubre; lo cual generó preocupación en el presidente ucraniano. Según declararon sus asesores, Biden expresó su malestar por la captura de sistemas de armas estadounidenses por parte de fuerzas rusas, de allí que una de las funciones del contingente militar enviado por el Pentágono también será pasar revista al armamento provisto anteriormente a efectos de realizar un análisis de daño en esa materia.

La presión de los representantes republicanos sobre el bloque demócrata que afecta al presidente Biden refiere a que es claro que las guerras pueden brindar la oportunidad para que las armas caigan en manos privadas a través del robo o peor aún, la venta ilícita; lo que inexorablemente genera mercados negros de armas que perduran durante décadas y eso parece ser un fracaso real y existente en la escasa fiscalización de las armas enviadas a Ucrania, lo que debilita la posición de la administración en Washington y ha sido capitalizado por sus adversarios políticos que exigen mayor control sobre ese aspecto, pero que también genera interrogantes en la ciudadanía estadounidense.

Para contrarrestar ese riesgo el Pentágono debe trabajar de forma estrecha con las fuerzas militares ucranianas, controlar las armas existentes e investigar el tráfico de ellas ajustando el monitoreo en las fronteras de Ucrania con sus propios hombres y esto no es del agrado de la vicepresidente Kamala Harris -conocida por sus posiciones pacifistas- quien ya se lo hizo saber al presidente Biden, por lo que ya no se oculta un principio de desacuerdo entre ambos por este punto. De allí que en un intento por morigerar este controversial, un comunicado del Departamento de Defensa explicó ésta semana que los expertos en armas que ya se encuentran sobre el terreno y los que llegaran a Ucrania realizaran exhaustivas inspecciones como parte de la ayuda en defensa de los Estados Unidos al presidente Zelensky y sus fuerzas armadas.

Mientras estos temas han salido a la superficie y sin descartar que estén relacionados con la disputa de las elecciones de medio tiempo; el ex Consejero del Departamento de Defensa, Jeffrey Pryce, declaró a la BBC británica que “los expertos en armas son parte de la asistencia estadounidense y su tarea va en concordancia con el aumento de apoyo previsto para los meses de 2022; al tiempo que expresó su acuerdo con los procedimientos de fiscalización y rendición de cuentas exigido por sectores republicanos, señalando que ayudan al ordenamiento y la transparencia de la ayuda a Ucrania. El ex Consejero Pryce declaró también que, en lo personal no observa evidencia de que Ucrania esté haciendo mal uso de la ayuda militar o vendiendo armas estadounidenses. Los ucranianos están luchando por sus vidas y por su país, declaró, no percibo evidencia de ningún desvió de la asistencia que Estados Unidos está proporcionando.

No obstante, sectores republicanos exigen realizar una profunda fiscalización en esta materia dado que sería un escándalo de proporciones que cualquier situación de esa naturaleza involucre el desvió de sistemas de armas estadounidenses a un mercado negro que se sospecha emergente en Europa Oriental y Oriente Medio. (Infobae)

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