Ha estado cerca, pero, finalmente, esperamos que el BCE suba los tipos de interés una vez más la próxima semana. Un tipo de depósito del 4%, eso debería haber sido todo en este ciclo de subidas tan inusual.
Lagarde y sus “colegas” del BCE habían evitado cualquier compromiso previo a esta reunión, haciendo hincapié en la dependencia de los datos de las próximas decisiones: cada dato cuenta. La pregunta fundamental es si la ralentización económica inducida por las subidas de tipos será suficiente para volver a controlar la inflación. Los últimos datos económicos decepcionantes, tanto en Europa como a escala mundial, son alimento para el movimiento dovish. Sin embargo, los últimos datos de inflación, que han tendido a sorprender al alza, se han convertido en alimento para los hawkish.
El BCE presentará sus nuevas proyecciones en esta reunión. Tendrá que revisar sus perspectivas económicas ligeramente a la baja, pero sus expectativas de inflación mucho más al alza. Esta sería una buena oportunidad para dar el paso definitivo y señalar a todos los observadores, tanto a los mercados como a los consumidores, que el BCE se toma realmente en serio la lucha contra la inflación. Después nos podríamos sentar a esperar y ver cómo se normalizan (lentamente) las tasas de inflación.
Comentario de Martin Moryson, Chief Economist Europe para DWS, sobre la reunión del BCE que tendrá lugar la semana que viene.