La Unión Europea y el Mercosur llegarán a Guadalajara con la esperanza de avanzar en la negociación para concretar un acuerdo de libre comercio entre ambas regiones.
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Lunes, 09 de diciembre 2024
La Unión Europea y el Mercosur llegarán a Guadalajara con la esperanza de avanzar en la negociación para concretar un acuerdo de libre comercio entre ambas regiones.
Preparativos de la Cumbre de México
Los negociadores aprovecharán el marco de la III Cumbre América Latina y el
Caribe–Unión Europea (ALCUE), para discutir las últimas ofertas de
liberalización que intercambiaron ambas partes en Bruselas, el pasado 21 de
mayo, y tratar de encauzar las negociaciones hacia su fase final.
Después de cuatro años y 11 rondas de conversaciones, las partes han
empezado a mostrar disposición para negociar. De hecho, a finales de marzo, el
negociador en turno por parte del Mercosur, Martín Redrado, anunció que el
bloque sudamericano compuesto por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay decidió
dejar de lado el contencioso tema de la reducción de los subsidios europeos, y
optó por concentrarse en el tema de acceso a mercados.
A su vez, la UE
dijo estar dispuesta a explorar fórmulas para abrirse más a las exportaciones
sudamericanas. Sin embargo, aún existen grandes diferencias en temas claves que
podrían retrasar la negociación. Mientras el Mercosur solicita a la UE una mayor
apertura del sector agrícola, los europeos piden a sus contrapartes que abran el
sector de servicios y acepten negociar temas como reglas de inversión, compras
de gobierno y propiedad intelectual.
“Hay temas como servicios,
inversiones y compras públicas, entre otros, donde esperamos más apertura del
Mercosur; por otra parte, ellos quieren un calendario de apertura muy ambicioso
en el tema de agricultura. Estos temas hay que discutirlos a profundidad”, dice
en entrevista Philip Dupuis, consejero económico de la Delegación de la Comisión
Europea en México.
No obstante, Dupuis indica que el acuerdo comercial
busca cubrir la mayor parte de los bienes de intercambio: “Tendría una cobertura
muy ambiciosa, en términos de liberalización de aranceles”.
El pasado
viernes, el Mercosur ofreció a la Unión Europea liberalizar casi 90 por ciento
de su comercio, aunque excluyó de su oferta los bienes de capital, máquinas,
herramientas, y la fundición de hierro y acero, entre otros. La desgravación
sería gradual a lo largo de 10 años y abarcaría 8 mil 850 productos.
La
propuesta, presentada por el embajador argentino ante la UE, Jorge Remes
Lenicov, ofrece también una apertura parcial del sector servicios en rubros como
sector financiero, seguros, telecomunicaciones, transporte marítimo e
ingeniería. Sin embargo, los sudamericanos no accedieron a las pretensiones de
los europeos en materia de inversión y compras de gobierno.
Por su
parte, funcionarios europeos comentaron que la UE podría ampliar sus compras de
carne y de etanol al Mercosur, lo que beneficiaría a Argentina y a Brasil,
respectivamente. A principios de mayo, el bloque europeo ofreció abrir sus
mercados a unos 300 productos procesados del sector agropecuario.
En este
contexto, existen buenas posibilidades de que en la reunión de Guadalajara se
libren las diferencias y se encarrile la negociación hacia buen término. De no
conseguirse avances, todavía se cuenta con un margen de tiempo.
“El
objetivo que se han fijado ambas regiones de acabar con las negociaciones en
octubre de 2004 sigue vigente, así que no hay que pensar que concluirán
necesariamente en Guadalajara”, concluye Dupuis.
Por Ulises Hernández El
Universal-México.
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