Ni luz ni taquígrafos. Los máximos responsables del Gobierno de EEUU han exigido que su participación no quede registrada y que no se les tome juramento.
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Miércoles, 04 de octubre 2023
Ni luz ni taquígrafos. Los máximos responsables del Gobierno de EEUU han exigido que su participación no quede registrada y que no se les tome juramento.
ENCUENTRO PRIVADO
A puerta cerrada respondieron ayer Bush y Cheney a la comisión del Congreso que investiga los atentados del 11 de septiembre. Tras múltiples presiones, procedentes sobre todo de los familiares de las víctimas, el presidente y el vicepresidente aceptaron colaborar con la comisión, aunque dejando bien claro desde el primer momento que no estarían obligados a prestar juramento y que comparecerían juntos. Además, no se permitió la grabación ni la transcripción de sus palabras.
Tras la reunión, Bush no dio detalles sobre las preguntas, aunque señaló que tanto él como Cheney respondieron a todas las cuestiones de los legisladores: “Contesté todas las preguntas que me hicieron, pero prefiero que ellos incorporen mis declaraciones en sus conclusiones”, señaló. Ese informe final se dará a conocer en julio.
Según declaró Scott McClellan, secretario de prensa de la Casa Blanca, tras el inicio de la sesión, “esta es una buena oportunidad para que el presidente se siente con miembros de la comisión y les hable de la seriedad con que encaramos la amenaza de al-Qaida, las medidas que tomamos para enfrentarla y cómo hemos respondido a los atentados del 11 de septiembre”.
Respecto a la posibilidad de que trascienda lo que allí se comente, el portavoz puntualizó que se trataba de una reunión privada, por lo que “no preveo un informe sobre la discusión”.
Esta reunión llega en un momento especialmente difícil para Bush, marcado por el declive de su popularidad ante el recrudecimiento de la violencia en Iraq. De hecho, la aprobación al presidente por los ciudadanos ha caído a un 46%, su nivel más bajo desde que llegó a la Casa Blanca y sustancialmente inferior al 71% del pasado mes de marzo, según un sondeo publicado ayer de la cadena de televisión CBS y el diario The New York Times.
Pese a todo Bush, con un 43% de la intención de voto, mantiene una leve ventaja de dos puntos sobre su principal contrincante, el demócrata John Kerry.
Bush, quien se opuso enérgicamente al establecimiento de la comisión investigadora bipartidista, creada en 2002, ha tenido que ceder a que compareciera en la misma su consejera de seguridad, Condoleezza Rice y los jefes de los principales organismos policiales del Gobierno, y ahora tendrá él mismo que responder a sus preguntas.
A este cambio de actitud han contribuido las revelaciones del ex consejero contra terrorismo de la Casa Blanca, Richard Clarke, quien asegura que antes de los atentados del 11-S Bush estaba más interesado en Iraq que en la amenaza terrorista de la organización Al Qaeda.
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