Economía y Sociedad, Europa

Cipie: España, Chile y el “Gran Consenso” democrático.

La historia política reciente de Chile y España tiene, en cierto modo, su reflejo en la pequeña historia de la fundación Cipie. Inicialmente la Fundación fue denominada Centro de Investigación y Promoción Iberoamérica y España. De aquí surge el acrónimo CIPIE que aún hoy conservamos y que nos identifica perfectamente.

 
Basta repasar la biografía de los fundadores de Cipie y lo que dejaron escrito en los estatutos fundacionales para descubrir cuáles eran la intención y el propósito que los animaba. Cipie nacía para promover la Integración y la Colaboración entre Iberoamérica y España con la misión de fortalecer la democracia, el pluralismo político y los derechos humanos. Los fundadores de Cipie supieron ver que el proceso de integración política y económica europeo iba a ser un factor esencial para la consolidación de la democracia tanto en Chile y España como en el conjunto de Iberoamérica. La integración de España en la UE en 1986 determinaría la incorporación del término Europa a nuestros estatutos. Cipie trabajaba ya intensamente para promover la cooperación europea en Chile. Fue en el año 2002 cuando Chile firmaba su acuerdo de asociación preferente con la UE.
 
En el verano de 1981 España había superado, afortunadamente, una tentativa de golpe de Estado que perseguía truncar el exitoso proceso de transición política española de la dictadura a la democracia iniciado en 1975. La Transición Política española había adquirido notoriedad internacional y en América Latina se vislumbraba el proceso político español como ejemplo y fórmula para consolidar el devenir de incipientes democracias que intentaban enterrar dictaduras militares y ofrecer a las personas un futuro de prosperidad y bienestar en el marco de los valores de la democracia, el pluralismo político y el respeto a los Derechos Humanos. La joven democracia española estaba de moda y la expresión política, también de moda, era sin duda la del “Consenso”. Cipie se proponía y así lo determinan nuestros estatutos, aún hoy, promover el “Gran Consenso” democrático en España e Iberoamérica.
 
Chile, gobernada por una dictadura militar, se había dotado en 1980 de una nueva Constitución, ratificada en un controvertido referéndum. Iniciaba Chile un largo proceso de transición jalonado de dificultades, reformas y logros que culminaba en 1988 con el plebiscito del NO sobre Pinochet y la elección de Patricio Aylwin como presidente de la República en 1990. Aún habría de recorrer Chile, un largo camino para consolidar plenamente su democracia.

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