Después de dos años de negociaciones, EEUU y Corea del Norte alcanzaron ayer un acuerdo por el que Pyongyang se compromete a abandonar todos sus programas nucleares de armamento y a regresar cuanto antes al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
EEUU y Corea Norte logran un histórico acuerdo para el fin de la crisis
Han sido necesarias tres rondas de diálogo sin resultados en 2003 y 2004 y 20 días de negociaciones en 2005 para que Pyongyang accediera a desmantelar su arsenal atómico, a cambio de ayudas económicas y garantías políticas, además de que se considerara su derecho a usar energía nuclear con fines pacíficos.
“El primer paso es la desnuclearización de Corea del Norte”, declaró el máximo negociador estadounidense, Christopher Hill, quien no dudó en calificar de “histórico” este momento, no sólo para “el futuro de Corea del Norte, sino para el de todos nosotros”.
A cambio del “compromiso voluntario” de Pyongyang, China, EEUU, Japón, Rusia y Corea del Sur se avinieron a considerar un posible reactor nuclear de agua ligera para Corea del Norte cuando se den “las condiciones adecuadas”.
Según Hill, será necesario que el país vuelva a entrar en el TNP y permita el regreso de inspectores de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) antes de que se pueda plantear el reactor de agua ligera, aunque todo queda pendiente de futuras rondas de diálogo.
El desmantelamiento y las garantías de seguridad y ayuda energética a Corea del Norte (dos millones de kilovatios al año, prometidos por Seúl) se pondrán en marcha “compromiso por compromiso, acción por acción”, según la agencia oficial china Xinhua.
Entre las promesas políticas, Washington aseguró que “no tiene intención de atacar ni invadir Corea del Norte con armas nucleares o convencionales” y que no posee armamento nuclear en la península, es decir, en territorio surcoreano.
Aunque las seis partes implicadas en el diálogo (las dos Coreas, EEUU, Japón, Rusia y la anfitriona China) celebrarán más rondas en el futuro para analizar y controlar la aplicación del acuerdo, éste es el “principio del fin” de la crisis nuclear iniciada en octubre 2002, cuando Pyongyang reconoció haber reanudado su programa de armamento nuclear.
“El problema aún no está solucionado, pero esperamos que se pueda solucionar mediante este acuerdo”, declaró Hill, para quien “la verificación será muy muy importante” en el proceso de desnuclearización.
Hill instó a todas las partes a retornar a sus países y estudiar cuál es la mejor manera de que se puedan empezar a cumplir las promesas realizadas durante la próxima ronda negociadora, que se celebrará en Pekín en noviembre, ya que “debemos aprovechar el ímpetu” de las negociaciones, que finalmente comenzaron a dar frutos.
“No me puedo imaginar que vaya a ser más difícil”, expresó el negociador estadounidense en relación a la próxima fase del proceso, la de aplicación y verificación, después de los dos años que costó convencer a Pyongyang de que desmantelar el armamento atómico va “en su propio interés”.
En el acuerdo final se han incluido, incluso, cuestiones que la anfitriona China consideraba “no pertinentes” en las conversaciones, como los problemas bilaterales entre Japón y Corea del Norte relativos a los ciudadanos japoneses secuestrados por Pyongyang en décadas pasadas y que Tokio exige que sean repatriados.
Sin embargo, el acuerdo deja claro que en el diálogo futuro no se discutirán problemas relacionados con el régimen político norcoreano, que había sido acusado por EEUU con anterioridad de “reducto de la tiranía” o de miembro del llamado “eje del mal” junto a Irán e Irak.
“Las partes negociarán un régimen de paz permanente en la Península Coreana en un foro apropiado, por separado”, señala el comunicado al respecto.
Tras el acuerdo y el apretón de manos de los seis jefes de delegación se dio por finalizada la cuarta ronda, que según el máximo negociador chino, Wu Dawei, “ha cumplido su misión” tras un proceso arduo pero exitoso de más de dos años.
La crisis nuclear coreana surgió en octubre de 2002, cuando Pyongyang reconoció a Washington haber reanudado su programa de armamento nuclear, en violación de un acuerdo bilateral de 1994.
Pocos meses después, Corea del Norte expulsó a los inspectores de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y se retiró del TNP.
La crisis alcanzó su momento de mayor tensión en febrero pasado, cuando Corea del Norte afirmó haber logrado desarrollar armamento nuclear.
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