Política

El Banco Mundial y el FMI no se desesperan y son optimistas

Reconocen que los riesgos que se ciñen sobre la eocnomía mundial se han agudizado recientemente debido al aumento de los precios del crudo.

Crisis del petróleo
Las conclusiones de reunión conjunta anual del FMI y el Banco Mundial han confirmado la reactivación económica mundial en 2004 gracias al fortalecimiento del comercio internacional, a las oportunas políticas económicas mantenidas por los gobiernos y a las favorables condiciones de los mercados financieros.

Reconoce, sin embargo, que los riesgos que se ciñen sobre esta recuperación se han agudizado recientemente debido al aumento de los precios del crudo consecuencia de las tensiones geopolíticas, la elevada demanda y la propia dinámica especulativa del mercado. A juicio de estos organismos, todos los países deberían aprovechar la actual coyuntura favorable para impulsar políticas económicas con objetivos en el medio plazo, en concreto reformas estructurales, mejoras fiscales, corrección de desequilibrios macroeconómicos, fortalecimiento empresarial y reducción de la pobreza.

Los huracanes y el petróleo enfrían el panorama económico, aunque sigue siendo expansivo. Tanto el FMI como la Reserva Federal de EEUU mantienen su tono optimista y restan importancia al efecto que la escalada del crudo pueda tener sobre la recuperación económica de EEUU; ambos creen que las consecuencias de esta evolución afectará ligeramente al crecimiento (el Fondo ha revisado sólo 3 décimas a la baja su previsión para 2004 y ha mantenido la de 2005) pero no temen por la inflación.

La Reserva Federal, por su parte, no ha creído preciso variar la política que viene anunciando desde hace meses y volvió a subir 25 pb su tipo de intervención a finales de septiembre, hasta 1,75%. Pero los huracanes que azotaron parte del país en septiembre y el precio del petróleo, en máximos durante un período de tiempo que los agentes ya consideran demasiado largo, han afectando negativamente a la confianza y al mercado laboral y está amenazando la evolución del consumo, indicadores y variables muy interrelacionados y fundamentales para la economía estadounidense.

En concreto, la confianza empresarial siguió cayendo en septiembre, si bien se mantienen por encima de 50 indicando expansión económica; ha disminuido la creación de empleo: en septiembre se crearon 96.000 puestos de trabajo, menos de los esperados, y además la buena cifra de agosto se ha revisado a la baja; y ha desanimado la oferta de trabajo: la población activa también cayó en septiembre, con lo que la tasa de paro se ha mantenido sin variaciones en el 5,4%.

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