América, Economía y Sociedad

El billete más grande de Venezuela vale ahora solo 47 centavos de dólar

El atribulado bolívar ha perdido en cinco meses más de la mitad de su valor, en medio de una inflación calculada extraoficialmente en 117%

A pesar de los esfuerzos del Gobierno venezolano por fortalecer la tasa de cambio del bolívar, la moneda nacional se ha derrumbado, a un mínimo de 214 Bs. por US$1.
 
El martes 24 de febrero, la tasa de cambio del bolívar en el mercado negro se debilitó a menos de 200 bolívares por primera vez, de acuerdo con la tasa, ampliamente aceptada, de la página DolarToday.com; hoy, 26 de febrero, la moneda nacional perdió otro 7% de su valor en un solo día. Mientras se acrecienta la dificultad de realizar transacciones en efectivo  —el billete de más alta denominación, de 100 Bs., equivale a apenas $0,47— la presión económica ha llevado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, a declarar su intención de “derrotar al dólar paralelo” (el del mercado negro).
 
El valor del bolívar ha descendido en caída libre en los últimos años, señaló el miércoles el economista venezolano Ricardo Hausmann, jefe del Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard.
“Tomó un año en ir de 50 a 100 (por dólar), y cinco meses en ir de 100 a [más de] 200”, tuiteó. Hausmann prevé que si la tendencia de la moneda continúa, en diciembre el bolívar se negociará a 800 por cada dólar en el mercado negro.
 
El desplome llega luego de que el presidente Maduro anunciara,  el pasado martes 10 de febrero, un nuevo sistema cambiario, denominado Sistema Marginal de Divisas (Simadi), que comenzó a operar el 19 de febrero, hace exactamente una semana.
 
“Con el nuevo sistema estamos acabando con la mafia del dólar negro”, señaló Maduro. “Por eso creé el Simadi. Para eso creé un sistema cambiario que protegerá al pueblo”.
 
El sistema cambiario venezolano, con tres tasas, tiene un tipo de cambio preferencial, de 6,3 Bs. por dólar, para importaciones de alimentos y medicinas que debe aprobar el Estado; una tasa complementaria de  12 Bs. por dólar, y la nueva tasa “flotante”, del Simadi, determinada, mayoritariamente, por la oferta y la demanda. El Simadi, con intervención limitada, debutó alrededor de  172 Bs.por dólar, 27 veces la tasa preferencial.
 
Maduro ha afirmado que solo 1% de la población tiene la necesidad de acceder al nuevo mercado, y por ello, la tasa del Simadi no debería ser la de referencia para la economía venezolana.
 
“No permitiré que la burguesía convierta (la nueva tasa) en un valor de referencia. Será una referencia para el lujo, pero no para la economía real”, señaló. Maduro también amenazó con tomar medidas duras contra aquellos que usaran el Simadi como tasa marcadora de la economía.
 
Pero a pesar de la declaración de Maduro, la única alternativa para la gran mayoría de los individuos y compañías venezolanas es conseguir sus dólares en el mercado negro; aunque el vicepresidente de Economía venezolano, Rodolfo Marco Torres, ha afirmado que el mecanismo de Simadi es “totalmente libre”, analistas políticos y economistas han manifestado rápidamente sus dudas al respecto.
 
De acuerdo con el economista Henkel García, el mecanismo no es de libre flotación, dado que “si una oferta de dólares tiene un tipo de cambio por encima del criterio de Banco Central de Venezuela, esta es devuelta”. Igualmente, el nuevo sistema impone límites diarios, mensuales y anuales de US$300, $2.000 y $10.000, respectivamente.
 
La caída de los precios del petróleo ha impactado en la economía del país suramericano; su principal exportación ha sido el mecanismo con el cual el Gobierno se provee de 96% de las divisas que ingresan a la nación. La falta de dólares estadounidenses ha contribuido con la escasez de productos básicos, dado que al menos 70% de lo que se consume en el país es importado.
 
Los venezolanos, en tanto, han encontrado en el dólar estadounidense un refugio seguro, en la medida en que la fuerte inflación mina el poder de compra del bolívar. De acuerdo con el Proyecto de Monedas en Riesgo, del Instituto Cato, la tasa implícita de inflación en Venezuela es de 117% anual, al 15 de febrero de este año, casi el doble de la tasa oficial de inflación, establecida en 68,7% en diciembre de 2014 por el Banco Central de Venezuela.
 
Con la contribución de Pedro García Otero y Sabrina Martín. Traducido por Pedro García Otero.
Publicado en Panampost
 

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