La papelera finlandesa Botnia fue autorizada por el presidente uruguayo a iniciar su producción, justo en momentos en que Vázquez y el mandatario argentino Kirchner se encontraban en la Cumbre Iberoamericana. La habilitación causó un enorme malestar en el gobierno de Buenos Aires.

Malestar en el gobierno argentino
Las calderas de Botnia se encendieron ayer y hoy empieza a cumplirse el cronograma de puesta en funcionamiento de la planta, luego de que el ministro de Medio Ambiente, Mariano Arana, firmó anoche la habilitación. La resolución fue tomada por el presidente Tabaré Vázquez en Santiago de Chile luego de que se trancara la posibilidad de firmar una declaración conjunta con Argentina por el conflicto binacional.

Minutos antes de la fulminante decisión, se habían reunido los cancilleres de ambos países, Jorge Taiana y Reinaldo Gargano, con su par de España, Miguel Angel Moratinos. La gota que desbordó el vaso fue la actitud del presidente argentino, Néstor Kirchner, que rompió el protocolo en la Cumbre de Chile para saludar a un grupo de activistas de Gualeguaychú, a quienes les dijo que “apoyaba su causa”.

A última hora de ayer, el presidente Vázquez dijo a Índice 810, que “Uruguay no tiene por qué avisar o pedir permiso a nadie” para firmar la habilitación de Botnia.

Luego acotó que si “Argentina quiere que el tema termine en La Haya, entonces terminará en La Haya”

El paso dado por Uruguay molestó al gobierno del vecino país que tildó lo sucedido como una tomadura de pelo y una provocación.

Luego de haber ordenado que se firmara el permiso final para Botnia, Vázquez habló en el marco de la sesión de la Cumbre Iberoamericana y en su discurso envió algunas señales de acercamiento hacia Argentina.

El mandatario pidió a los jefes de Estado y de gobierno una “concesión muy especial”. Dijo: “con todo mi cariño, con todo mi amor”. Y se dirigió directamente al mandatario argentino: “Señor presidente de la querida hermana República Argentina, ese río que nos recorre de norte a sur, uniendo de este a oeste, nos atraiga a un abrazo fraterno y prolongado entre los dos pueblos”. Y ambos se abrazaron.