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Hannu Takkula, Miembro del Tribunal que ha dirigido la auditoría

Hannu Takkula, Miembro del Tribunal que ha dirigido la auditoría

El Tribunal de Cuentas europeo pone en entredicho 79 000 millones de euros de ayuda al desarrollo de la UE

El principal instrumento de ejecución de la cooperación de la UE con países asociados presenta deficiencias en la asignación de los fondos y en el seguimiento del impacto, según un informe del Tribunal de Cuentas Europeo. Con un presupuesto de 79 500 millones de euros entre 2021 y 2027, el nuevo Instrumento de Vecindad, Cooperación al Desarrollo y Cooperación Internacional – Europa Global (IVCDCI-Europa Global) representa más del 70 % del gasto de la UE en acción exterior. Los programas geográficos se concibieron exhaustivamente para abarcar varias necesidades de los países asociados y de prioridades de la UE, pero este alcance tan amplio puede limitar su impacto, destacan los auditores.

La programación del IVCDCI – Europa Global consiste en preparar y adoptar programas indicativos plurianuales (PIP) nacionales, regionales y temáticos para países que pertenecen o no a la vecindad europea. En diciembre de 2022, la Comisión Europea había adoptado PIP para 102 países asociados, cinco regiones (África subsahariana, vecindad meridional, vecindad oriental, Asia/Pacífico y América y el Caribe), cuatro programas temáticos, y otro PIP para el programa Erasmus+.

«El Instrumento IVCDCI – Europa Global conformará la mayor parte de la ayuda al desarrollo y la cooperación exterior de la UE en los próximos años, y por eso es esencial que esté adecuadamente programado para que sus resultados y su impacto sean eficaces» afirma Hannu Takkula, Miembro del Tribunal que ha dirigido la auditoría. «Sin embargo, nuestras constataciones revelan que aún queda mucho por hacer: las dotaciones por país no se calculan con el suficiente rigor, y los programas carecen de indicadores comunes para medir los avances».

La acción exterior de la UE se ejecutaba antes con varios instrumentos, que se fusionaron en uno solo (IVCDCI – Europa Global) para obtener mayor coherencia, procedimientos más simples y más claridad en el gasto. Pero, en la práctica, siguen empleándose diferentes metodologías (cuantitativas en unos países y cualitativas en otros) para establecer las asignaciones financieras, lo cual, a juicio de los auditores de la UE, no contribuye al objetivo de que la asignación de los fondos de la UE a la acción exterior sea más transparente, coherente, comparable y exhaustiva.

El análisis de las situaciones y necesidades de los países asociados (que se debatieron con una amplia gama de partes interesadas, desde Gobiernos de los países asociados y representantes de los Estados miembros hasta organizaciones de la sociedad civil y representantes del sector privado) fue exhaustivo y abordó aspectos clave de carácter político, económico social y medioambiental. Los auditores entienden que, si bien la amplitud de los ámbitos prioritarios seleccionados proporciona flexibilidad para adaptarse a acontecimientos imprevistos, también puede limitar la concentración de la financiación de la UE y socavar sus efectos. Los PIP, que se adoptaron con retraso, tampoco garantizaban que los sectores de intervención seleccionados fueran aquellos en los que la financiación de la UE pudiera tener gran impacto.

Por último, los auditores constataron que el marco de seguimiento no permitirá necesariamente medir los logros reales. La mayoría de los aproximadamente 700 indicadores de la muestra eran específicos, pero el uso asistemático de indicadores comunes de la UE pone en entredicho la medición del rendimiento, máxime cuando los auditores también detectaron ausencia de pruebas subyacentes de los datos de referencia y de los objetivos. Más de uno de cada cinco indicadores tenían un valor de referencia poco claro o inexistente, y uno de cada cuatro tenían objetivos poco claros o inexistentes. En tales circunstancias, los auditores consideran casi imposible evaluar el nivel de ambición.

 

Información de referencia

El IVCDCI – Europa Global se adoptó en junio de 2021, con efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2021. Fusionaba varios instrumentos, algunos no incluidos en el presupuesto de la UE, utilizados para ejecutar la acción exterior de 2014 a 2020. Aunque los programas de financiación abarcan un período de siete años (2021‑2027), el dinero de la UE solo se asignó para los primeros cuatro años: el resto se distribuirá cuando se realice una revisión intermedia.

El IVCDCI – Europa Global consta de tres pilares:

  • un pilar geográfico (60 388 millones de euros) para la cooperación de la UE con las cuatro regiones siguientes: África subsahariana (al menos 29 181 millones de euros), la Vecindad (al menos 19 323 millones de euros), Asia y el Pacífico (8 489 millones de euros), y América y el Caribe (3 395 millones de euros);
  • un pilar temático (6 358 millones de euros) que complementa el pilar geográfico con el apoyo a los derechos humanos y a la democracia, a las organizaciones de la sociedad civil, a la paz, a la estabilidad y a la prevención de conflictos, y a los retos mundiales;
  • un pilar de respuesta rápida no programable (3 182 millones de euros), cuyo objetivo es responder con rapidez a las crisis.

Además, una reserva para nuevos retos y prioridades (9 534 millones de euros) permite atender necesidades y prioridades imprevistas.

El Informe Especial 14/2023, «Programación del Instrumento de Vecindad, Cooperación al Desarrollo y Cooperación Internacional – Europa Global – Programas exhaustivos con deficiencias en los métodos de asignación de fondos y de seguimiento del impacto», está disponible en el sitio web del Tribunal.

 

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