Pensamiento y Cultura

España cada vez navega más deprisa

La rapidez no lo es todo, pero en la Red es mucho. La Asociación de Internautas afirma que Internet en España cada vez navega más deprisa, a pesar del sólido aumento del público navegante

Tecnología
Al mismo tiempo, el número de líneas ADSL ha alcanzado los 1,9 millones a
finales de abril, tras contratarse 63.000 nuevas líneas. En general, por lo
tanto, el panorama es bueno. Aunque no podemos olvidar que las cifras están muy
lejos todavía de las europeas, el precio sigue siendo caro y la calidad total es
mejorable.

El tipo de conexión utilizado para acceder a la Red no es
baladí. Hay una importante diferencia entre disponer de una conexión con tarifa
plana, lo que permite el uso de los servicios de Internet sin mirar el reloj, y
el acceso vía teléfono.

Ampliar horizontes | La disponibilidad de acceso
de banda más o menos ancha a precios no dependientes del consumo provocará el
aumento del uso de las redes P2P, por ejemplo. También incide en la facilidad de
instalación de servidores domésticos, lo que facilita el lanzamiento y
mantenimiento de blogs, revistas electrónicas y otros proyectos de contenido. El
uso del comercio electrónico sube con la facilidad de compra (y con la
comodidad). El mismo hecho de navegar sin freno hace cambiar el uso de la Red,
ampliando horizontes y animando a la exploración.

Es por eso que, en
todos los países donde este paso ya se ha dado masivamente, el carácter de la
ciberciudadanía cambia. La población internauta se hace a la vez más ´normal´
(similar a la población general) y más ´extraña´ (de comportamiento menos
predecible). Proliferan blogs, P2Ps, chats, servicios de mensajería,
supermercados cibernéticos, venta de entradas en remoto, medios en la Red… En
general aumenta el ocio y el negocio que se lleva a cabo on line; nacen nuevas
empresas y servicios, se crea riqueza y los navegantes viven mejor. Todo lo cual
es bueno.

Pero hay amenazas. La calidad del acceso no es sólo la
velocidad, que aun mejorando tiene mucho que crecer. La estructura de la red
telefónica española y el método escogido para su liberalización significa por
ejemplo que independientemente del operador con el que contratemos nuestro ADSL
en realidad lo estamos contratando con Telefónica; todo el sistema depende así
de su red.

A diferencia de nuestro entorno, la velocidad mínima del ADSL
es de 256 kbps (frente a 512 kbps). El precio es de los más elevados de Europa
si tenemos en cuenta el caudal contratado.

A pesar de todo, el acceso a
Internet crece. Lo cual demuestra tan sólo que con una mínima voluntad de las
administraciones y la industria sería muy sencillo que el Internet español diese
un gran salto adelante. Algunas administraciones locales, por ejemplo, están
dispuestas a intentarlo, pero se encuentran con dificultades legales derivadas
de obsoletos modelos de liberalización.

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