Tras veinte años de crecimiento económico, de
expansión comercial hacia la Unión Europea y Estados Unidos, y de una fuerte integración de la economía nacional en la internacional, China podría convertirse en la primera potencia exportadora a escala mundial de aquí a
cinco años, según el primer estudio que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha efectuado sobre el gigante asiático.
Si mantiene su progresión de ventas en 2010 superará a la UE y a EEUU
Sus datos muestran que el “poderío exportador” de China podría incluso superar
las cifras de ventas de Estados Unidos y de los Veinticinco, incluida
Alemania, en la que se observa actualmente el mejor registro de los Estados
miembros. Para alcanzar tal logro, la OCDE recomienda a las autoridades
chinas reformar sus finanzas públicas, solventar las diferencias entre
población rural y urbana y mejorar sus sistemas de salud, educación y
jubilación.
Desde mediados de la década de los ochenta, el crecimiento de la economía
china se ha establecido en un 9% -con un 10% de presencia en los
intercambios internacionales-, cifra que, según los cálculos de la OCDE, se
mantendrá todavía algunos años, hasta el punto de superar a las principales
potencias exportadoras tales como el gigante norteamericano y los
Veinticinco.
Para la OCDE “el dinamismo de su crecimiento no sólo ha contribuido a
aumentar los ingresos nacionales, sino a reducir la pobreza del país”,
mientras que ha permitido, por otra parte, que los precios del mercado y la
inversión privada hayan desempeñado un papel importante en la producción y
en los intercambios de mercancías.
Sin embargo, el estudio de la OCDE refleja las dificultades a las que debe
hacer frente China, sobre todo, en lo que a su modelo social se refiere.
Según esta organización, para reducir la diferencia de ingresos entre las
diferentes clases sociales, que varían en función de la situación geográfica
de sus habitantes, las autoridades chinas deberían tomar medidas que
facilitasen los movimientos migratorios internos.
Para ello, precisa el estudio, se necesita una disminución de las actuales
restricciones legales a la inmigración interior y una adaptación de los
modos de financiación de los diferentes niveles administrativos del país,
para cubrir las necesidades de su población en materia de salud y educación.
Así las cosas, entre otras recomendaciones, la OCDE anima al gigante
asiático a reformar su sistema de pensiones, de modo que sea capaz de hacer
frente al constante envejecimiento de la población que podría acelerarse aún
más durante las dos próximas décadas.
// OTROS TEMAS QUE TE PUEDEN INTERESAR