El Consejo arropó así la propuesta de la Comisión Europea, que el pasado 2 de marzo planteó la necesidad de acompañar el incremento en el nivel de Ayuda Oficial al Desarrollo de la Unión Europea con un “mayor rigor” y una mejor coordinación entre los donantes, para obtener el máximo partido de los recursos
España reclama instrumentos adecuados
La UE destina a los países en desarrollo 35.000 millones de euros al año, lo que la convierte en el principal donante mundial, con el 55% del total de ayudas.
El compromiso alcanzado llevará a los Estados miembros a utilizar un formato común a la hora de diseñar las estrategias nacionales de cooperación, una herramienta que facilitará el análisis común, la respuesta de los Veinticinco y la posibilidad de elaborar una programación plurianual conjunta, herramienta que se introducirá de manera "gradual y voluntaria". Se han superado así las reticencias de los socios nórdicos, grandes contribuyentes en materia de desarrollo y remisos a ceder parte del protagonismo en este terreno.
Según lo acordado, el nuevo instrumento se usará en la programación del décimo Fondo Europeo de Desarrollo (EDF, según sus siglas en inglés) aprobado el pasado año y dotado con 22.682 millones de euros para el periodo 2008-2013. Además, en 2009 se evaluará su funcionamiento. En la reunión se ha expresado también la intención de avanzar paulatinamente hacia una mayor complementariedad de las actividades que lleven a una mejor organización y división de la tarea de los donantes. En materia de financiación, la idea es que Estados miembros y Comisión Europea puedan destinar sus recursos al mismo proyecto. En definitiva, el objetivo es armonizar los procedimientos, evitar solapamiento y reducir costes. EVITAR EL ´AUTISMO´ "Hay que evitar que la política se haga de manera autista", resumió el comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, quien, de paso, dejó claro que el Ejecutivo comunitario no pretende asumir competencias que son exclusivas de los Estados miembros pero hizo un firme alegato en pro de rentabilizar esfuerzos. Michel negó, por otra parte, que se esgrima la falta de instrumentos de control en la UE sobre el gasto de la ayuda como uno de los motivos de la falta de eficacia. "No creo que existan en ningún sitio reglas de control tan estrictas, a veces estúpidamente estrictas, como las que hay en la Unión Europea. Mientras, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, saludó el compromiso del Consejo en aras de una mayor coordinación que, en su opinión es la línea que conviene seguir. "Entendemos que lo más eficaz es sumar esfuerzos, coordinarnos y complementar la ayuda como garantía para no dispersarnos y ser más eficaces. Ahora es importante llevar a la práctica fórmulas que permitan una mayor coordinación, intercambiar buenas prácticas, mayor transparencia en la gestión de los proyectos y mayor complementariedad", indicó.
Pajín defendió durante la reunión con sus colegas la importancia de las remesas de los emigrantes como complemento a la financiación al desarrollo. "Si creamos condiciones en los países receptores de remesas que permitan la implicación de las entidades bancarias en el desarrollo económico, sin duda aportarán mucho al país", dijo.
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