Política

Las relaciones futuras de América Latina con BM y FMI

Ian Vásquez analiza el papel del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.


América Latina no debería esperar mucho de las reuniones anuales del FMI y el
Banco Mundial. Tanto el Banco como el Fondo han estado dispensando créditos y
consejos para la región por aproximadamente 50 años y no se puede decir que han
promovido exitosamente el crecimiento sostenible o reformas
económicas.

El desdichado colapso de las negociaciones de la reunión
ministerial de la Organización Mundial del Comercio en Cancún podría estimular a
las agencias multilaterales de préstamos y a sus clientes latinoamericanos a
intensificar las relaciones de ayuda externa, pero eso sería un gran
error.

Los líderes regionales deberían tomar nota de que se ha formado un
consenso general alrededor de los siguientes puntos: No hay una correlación
entre la ayuda y el crecimiento. La ayuda dirigida a países con políticas
erróneas no sirve y contribuye al endeudamiento. La ayuda condicionada a
reformas de mercado ha sido un fracaso. Los países que han adoptado políticas de
mercado lo han hecho debido a factores que no están relacionados a la ayuda,
tales como crisis económicas, el cual es el caso en América Latina. Tampoco los
préstamos del FMI, con su famosa condicionalidad, han funcionado. En la
práctica, el crédito del Fondo ha sido de largo plazo. Al menos 18 países de la
región han dependido de la ayuda del FMI por 20 ó más años. Aunque las
intervenciones del Banco y el Fondo minan al mercado y retrasan las reformas
económicas, no debiéramos esperar que el historial de ninguna agencia cambie en
el futuro cercano.

El FMI, por ejemplo, aprobó recientemente un nuevo
préstamo para Argentina luego de que el país declarara una moratoria de pagos
sobre la deuda del Fondo, a pesar de que no hay ningún progreso de política
económica visible. El Banco está haciendo afirmaciones dudosas de que ha
aprendido del fracaso de los programas de ayuda externa en el pasado y está
haciendo un llamado por duplicar los flujos de ayuda externa.

En los
siguientes años, las economías relativamente exitosas de Chile, El Salvador y
México continuarán distinguiéndose de las Venezuelas y Argentinas de la región.
Los desempeños divergentes deberían dejar aún más claro que la región necesita
libertad económica en lugar de ayuda externa.

Ian Vásquez es director del
Proyecto sobre la Libertad Económica Global del Cato Institute y editor de
Global Fortune: The Stumble and Rise of World Capitalism (2000).

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