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Lolitas y pederastas

El Código Penal de 1995 consideró delito solamente las relaciones sexuales de un adulto con menores de doce años, sí, de doce años

Fernando Sánchez Dragó nunca dijo explícitamente que hubiera mantenido relaciones sexuales en Tokio hace 43 años con dos niñas de 13, cuando él tenía 31, como le acusan estos días los medios cercanos al Gobierno.

El excéntrico escritor narra en el libro “Dios los cría..” (Planeta), elaborado con Albert Boadella, una aventura de tintes eróticos con dos Lolitas, a las que llama así recordando la adolescente de la novela de Nabokov que enloquecía al profesor Humbert, su lascivo padrastro otoñal.

Dragó deja dudas sobre su posible acto de pederastia, que niega ahora. Pero como fue un gran icono antifranquista e izquierdista que en democracia se volvió anarco-derechista, la caverna radical progresista, que es el fascismo al revés, quiere vengarse de su traición.

Azuzados los diputados por la misma caverna extremista se redactó el articulado del Código Penal de 1995 que consideró delito solamente las relaciones sexuales de un adulto con menores de doce años, sí, de doce años.

La mayoría supuestamente progresista –el PSOE ya estaba muy corrompido—se negó a considerar pederastia una relación de adultos con adolescentes de trece años, y derogó esa calificación que recogía el Código de 1973 porque era franquista, cuando hay normas éticas o morales fundamentales, que son comunes en dictaduras y democracias.

Mucha gente juzgó a los redactores del artículo como pederastas que se autoprotegían, aunque se justificaban alegando que debía alcanzarse la libertad sexual sesentayochista. Ahora, la misma caverna progresí aprobó el aborto quirúrgico a los 16 años sin conocimiento familiar.

Atravesamos la gran campaña contra Dragó, paralela a la que persigue al alcalde de Valladolid, al que encarcelarían porque dijo una grosería casposa sobre Leire Pajín, mientras aplauden al presidente del PSC-PSOE a Jesús Eguiguren, condenado judicialmente por maltratar a su mujer.

Todo esto es agitprop. Desvía la atención del desastre político y económico de este Gobierno.

Y pronto habrá maniobras de distracción mucho más potentes.

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