Por medio de la información al público juvenil se busca una televisión formadora en el respeto a lo diferente, la tolerancia y la solidaridad.
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Lunes, 09 de diciembre 2024
Por medio de la información al público juvenil se busca una televisión formadora en el respeto a lo diferente, la tolerancia y la solidaridad.
TELEVISIÓN vs. FORMACIÓN
El Observatorio Europeo de la Televisión Infantil (OETI) reclamó hoy la necesidad de revisar la programación dirigida a niños y jóvenes, e incluir espacios informativos especialmente diseñados para estas edades, tanto en la televisión pública como en la privada, tal y como se hace en muchos países europeos.
Expertos y profesionales se han reunido en unas jornadas sobre televisión infantil y han pedido a las cadenas privadas y públicas que emitan telediarios para niños, como se hace en otros países. Uno de los estudios presentados en las ponencias denuncia que los más pequeños ven 2.000 escenas violentas al año.
Los datos muestran que el protagonismo alcanzado por la TV en la vida de los niños es innegable. Ven la televisión el 99% frente al 1% que no la ven. El 95% ve asiduamente la televisión. La mayoría de los días. El 52% globalmente dedica más de tres horas diarias a ver la TV. Y el 14% dedican cada día a ver la televisión cinco horas o más.
La revista Consumer analizó en su día 103 horas de programación infantil dirigidas al público de entre 4 y 12 años de 11 canales de televisión, tanto nacionales como autonómicos y privados como públicos, en las que se ha estudiado prácticamente todo lo emitido específicamente para los niños.
La conclusión es decepcionante: estos contenidos televisivos son, salvo contadas excepciones, pobres técnica y artísticamente, y trasmiten en ocasiones unos valores (agresividad, sexismo, discriminación del diferente, consumismo irracional y compulsivo…) poco adecuados para los niños, que se encuentran en pleno proceso de formación de su personalidad. Además, contienen mucha publicidad, tanto en los minutos anteriores y posteriores a los programas, como en su propio interior o durante las interrupciones de la emisión.
De media, los spots (comerciales o de promoción de otros programas de las cadenas) representan el 5% del total de la programación infantil, si bien las diferencias son enormes: del 15% al 5% según las cadenas. También se analizó el contenido de esa publicidad: seis de las 11 cadenas difundían anuncios inadecuados para los niños (escenas violentas o muy eróticas de series o películas que promociona la cadena, spots de medicamentos y de productos milagro).
No hay apenas programas educativos. Lo más habitual no son programas televisivos propiamente dichos, sino contenedores que albergan en su interior gran cantidad de contenidos distintos (series de dibujos animados, de imagen real, concursos, emisiones musicales…), de calidad bien diferente, pegados entre sí y que adolecen de una carencia de continuidad y de falta de características comunes.
Telediarios infantiles y juveniles
En la presentación de las conclusiones de la jornada ´Telediarios infantiles y juveniles: los valores de la formación´, organizada por la OETI y la Fundación Rafael del Pino, se puso de manifiesto que los telediarios “son un instrumento de formación si son producidos y desarrollados adecuadamente, con lenguajes y contenidos apropiados”, dijo Amadeo Petitbó, director de la Fundación.
Según estos expertos, es importante que los niños vean estos telediarios infantiles acompañados de padres, tutores o familiares. El presidente del Observatorio, Valentí Gómez i Oliver, insistió en la necesidad de que esos telediarios no solo informen, sino que fomenten valores como el respeto a lo diferente, la tolerancia y la solidaridad, para lograr usuarios “activos y críticos”. “Si los niños pasan mil horas delante de la televisión, hay que luchar para lograr que esos contenidos tengan una componente educativa”, señaló Gómez i Oliver. En su opinión, “no basta con cinco o seis ´sabios´ que en nueve meses orienten al nuevo Gobierno”.
“Estos programas informativos destinados al colectivo de niños y jóvenes “podrán transformar el ver, oir y callar (sentido de consumidor mediático pasivo acrítico) por el ver, oír y actuar (sentido del usuario mediático activo crítico)”, citan los expertos en las conclusiones de las jornadas.
En este sentido, reclamó la necesidad de crear de forma “inmediata” un Consejo Audiovisual de ámbito nacional que “sin ser represor, diga a las cadenas que cumplan la ley”. Junto a estos telediarios infantiles, los expertos reclaman una programación infantil y juvenil completa. “Los niños están viendo programas a deshora porque no tienen programación infantil. No están viendo lo que deberían ver”.
En este momento, destacó Gómez i Oliver, hay programas infantiles como ´El Conciertazo´ o ´Los Lunnis´, pero no existe una programación infantil como tal. Todos los expertos destacan que se debe tratar a la infancia y a la juventud como personas en fase de crecimiento y no como niños y jóvenes simples consumidores acríticos de televisión. Los profesionales de la televisión deben abordar todo tipo de temas y sugerir alternativas de ocio para los más pequeños de la casa, según expusieron en estas jornadas.
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