Estados Unidos apoya la integración porque reforzaría la seguridad internacional.

Editorial

Durante más de tres décadas, Turquía, un miembro de la OTAN, ha intentado entrar en el club europeo, que ha cambiado de nombre, formas y objetivos varias veces desde su creación en los años cincuenta. El rechazo a la candidatura turca, se basó hasta hace unos años en la debilidad de su economía, su burocracia ineficaz, la intromisión del Ejército en la vida civil, la extensión de la corrupción, sus violaciones de los derechos humanos y su enfrentamiento con uno de los miembros actuales de la UE (Grecia) y con un futuro miembro (Chipre).

El Partido Popular Europeo ayer se sumó a las voces que en las últimas semanas abogan por paralizar la adhesión de Turquía a la Unión, sustituyéndola por una “asociación privilegiada”. El primero de los líderes conservadores en salir a la palestra para frenar el ingreso de Turquía fue Ángela Merkel, la líder de la CDU alemana, que se perfila como el relevo del canciller Schröder.

Asimismo, la revista quincenal ´La Civiltà Cattolica´, redactada por jesuitas, expresa en el editorial de su último número serias dudas ante la posible adhesión turca. La publicación, cuyos borradores son leídos por la Secretaría de Estado del Vaticano, basa su negativa en algunos datos que califica de irrefutables, según informa la agencia Zenit.

La revista recuerda que “ante todo, Turquía no ha formado nunca ni geográfica ni políticamente de Europa: el Imperio Otomano sometió a algunos países europeos, pero permaneció ajeno a la cultura europea”. Añade que “de hecho, las relaciones de Turquía con Europa siempre han sido de conflicto, abierto o latente, nunca de pertenencia”.

Sin embargo, , el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en una rueda de prensa junto al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, después de que ambos mandatarios mantuvieran un encuentro el miércoles en el Despacho Oval de la Casa Blanca, ha elogiado la democracia de Turquía, como un importante ejemplo para otros países en Oriente. 

Estados Unidos apoya la integración porque sostiene que reforzaría la seguridad internacional. Por eso EEUU ofreció extender a Turquía 4.000 millones de dólares en forma de donativo y 2.000 millones de dólares en deudas de Turquía, dando una evidente señal de apoyo al país musulmán.

Turquía, un país con 71,3 millones de habitantes, el 98 por ciento de ellos musulmanes, inició en 1963 sus relaciones con la Comunidad Económica Europea (CEE), tras la firma del Acuerdo de Asociación. Sin embargo, no ha podido todavía cumplir su deseo de ingresar en la Unión Europea a pesar de declararse aspirante antes que algunos de los actuales miembros de pleno derecho como Hungría, Polonia o los países bálticos.