China es, tras Japón, el mayor tenedor extranjero de deuda pública de Estados Unidos (EEUU). En mayo de 2024, los inversores con sede en China ostentaban deuda pública estadounidense por valor de 768.300 millones de dólares (equivalente a más de la mitad del PIB español).
En los últimos años, además, los inversores chinos han ido reduciendo progresivamente sus tenencias de deuda pública estadounidense. No obstante, a pesar de la elevada cifra y de ser el segundo mayor inversor extranjero, las tenencias de deuda pública chinas sólo representan el 9,6% del total de tenencias extranjeras y menos del 3% del total de la deuda pública estadounidense en manos del público.
Esto resta gran poder desestabilizador a China por esta vía, cuyos inversores, por otro lado, no podrían prescindir totalmente de la deuda pública estadounidense, activo ampliamente empleado como colateral en transacciones financieras.
De hecho, en 2018, diversos expertos consideraron que el mayor efecto de una venta masiva por China de deuda pública estadounidense se traduciría fundamentalmente en una eventual elevación de los tipos de la deuda pública de EEUU. No obstante, en 2018, los tipos oficiales de la Reserva Federal estaban en torno a 300 puntos básicos por debajo de los tipos actuales, lo que sugiere que desde el propio Banco Central se contaría con margen de actuación frente a un escenario de tensiones.
Esto no quiere decir que el gobierno de EEUU tenga que descuidar la salud de sus finanzas públicas: la mala gobernanza fiscal, unida a una ratio elevada de deuda pública, a abultados déficits públicos en los próximos años y a programas electorales basados en una política fiscal aún más expansiva, aconsejan mantener la situación bajo vigilancia.
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Judith Arnal es investigadora principal en el Real Instituto Elcano, consejera independiente del Banco de España y miembro de su Comisión de Auditoría. También es miembro del Consejo Científico del Real Instituto Elcano.