El Tratado de Lisboa es el sustituto de la constitución europea y un paso necesario para que la Unión se renueve. Los últimos sondeos apunta a hay que cada vez más irlandeses que votarían que “no” en el referéndum del 12 de junio.
Aumenta el “no” al Tratado de Lisboa
El sondeo más actual es el de Red C y en él se aprecia que, mientras los que están a favor han aumentado en tres puntos, los que están en contra lo han hecho en cinco. Según fuentes de diplomáticas consultadas por El País, el “sí” sólo tiene el apoyo del 51% de quienes tienen completamente decidido su voto.
La preocupación entre los socios comunitarios es importante, porque los indecisos llegan a casi el 50 por cien del censo y en 2001 el Tratado de Niza fue rechazado en contra de las previsiones de casi todas las empresas demoscópicas.
Los irlandeses podrían no votar en contra del Tratado de Lisboa porque lo conozcan bien y no estén de acuerdo con lo que establece. Los ciudadanos cada vez se encuentran más disgustados con la política que ha seguido su Gobierno, que ha concentrado sus medidas en incentivar el crecimiento económico, porque la crisis financiera ha provocado, al igual que en España, que estalle con fuerza su burbuja inmobiliaria.
Todos los partidos políticos salvo el Sinn Fein, que tiene una representación marginal en la república de Irlanda si la comparamos con la que posee en Irlanda del Norte, apoyan la firma del Tratado de Lisboa. La Iglesia no ha manifestado ninguna opinión al respecto, aunque parece que podría sentirse incómoda con las implicaciones de la ley europea sobre el aborto.
En estos momentos, Bruselas ha silenciado las iniciativas que podrían hacer que los irlandeses se decantaran por el “no”. La primera es la reducción de las subvenciones a los agricultores europeos, algo que sería necesario para que los precios de alimentos no siguieran alimentando la recesión en la eurozona, la segunda es la inmigración libre de los trabajadores de Europa del Este a Irlanda, con lo que prevén que sus ciudadanos menos cualificados sufrirían una caída salarial, y en tercer lugar se ha guardado en el cajón el informe europeo sobre la necesidad de establecer unos símbolos comunitarios, una recomendación que a los nacionalistas irlandeses les parece excesiva.
// OTROS TEMAS QUE TE PUEDEN INTERESAR