EE.UU. y los prisioneros políticos en las Américas.
El caso del líder político venezolano Leopoldo López, puesto en prisión sin sentencia desde el 18 de febrero de 2014…
El caso del líder político venezolano
Leopoldo López, puesto en prisión sin sentencia desde el
18 de febrero de 2014, expone claramente la incapacidad para asegurar su liberación y es un testimonio del triste estado de la democracia en numerosas naciones del continente americano. El desprecio y la silenciosa complicidad de muchos es algo problemático. Es hora de proporcionar un gran empuje en pos de la libertad de Leopoldo López, así como también de otros prisioneros políticos en Venezuela.
Organizaciones internacionales de la derecha, la izquierda y el centro han convocado a la inmediata puesta en libertad de López. Incluso en
Naciones Unidas, actor improbable, dada la reciente aceptación de Venezuela como miembro de su Consejo de Seguridad, se combinó con el escenario: el
“Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias” determinó que la detención de López fue arbitraria y que éste debería ser liberado.
Amnistía Internacional también convocó a Venezuela a cumplir con las recomendaciones de ONU.
Pero, ¿cómo han reaccionado los tribunales venezolanos? Carlos Vecchio, Coordinador Político Nacional de Voluntad Popular, movimiento social y político liderado por López, me comentó: ‘A criterio de demorar su respuesta a la resolución de Naciones Unidas, la magistrada Susana Barreiros ha suspendido indefinidamente los procedimientos en la Corte bajo su tutela. Leopoldo no asistirá a nuevas audiencias en ningún otro tribunal hasta que la jueza decida sobre la resolución de ONU que exige su inmediata liberación. La comunidad internacional debe respaldar la resolución de Naciones Unidas y alzar su voz, con miras a detener las violaciones contra los derechos humanos de Leopoldo’.
He tenido la oportunidad de conversar con no pocos miembros de la familia de Lepoldo López. Su hermana Adriana describió los numerosos abusos padecidos por su hermano, más allá de cualquier medida arbitraria de índole legal. Uno de los abusos más recientes fue someterlo a él y a otros prisioneros a una ducha de excrementos humanos, con el objeto de debilitarlo espiritualmente. Adriana me dijo: ‘Como miembros de su familia, nos sometemos a las decisiones tomadas por Leopoldo y a su compromiso para una Venezuela mejor. Estos han sido tiempos difíciles para todos nosotros, pero tenemos la esperanza de que su sacrificio ayude a cambiar el curso de nuestro país’.
Leopoldo es la víctima más notable de la arbitrariedad y la injusticia, pero no está solo. A otra líder política y pionera en la sociedad civil,
María Corina Machado, le fue impedido trasladarse a los Estados Unidos el mes pasado para recibir el
premio Charles T. Manatt por la Democracia (edición 2014), de parte de la Fundación Internacional para los Sistemas Electorales (
International Foundation for Electoral Systems). Esta semana, ella debía ser una de las estrellas en los eventos organizados por la
Fundación Atlas (The Atlas Network) para celebrar la libertad y los
25 años de la caída del muro de Berlín. Nuevamente, el juez interviniente cercenó su derecho a trasladarse fuera del país.
Pedro Burelli, hombre de negocios venezolano radicado en EE.UU., acusado bajo idéntica metodología que Machado, expresa:
‘El sistema judicial en Venezuela es parte del andamio opresivo de la dictadura’.
Los mencionados son los casos más conocidos, en virtud de que todos recibieron parte de su educación en Estados Unidos. Vecchio y Machado asistieron a la
Universidad de Yale; López se graduó en la
Universidad de Harvard, y
Rodrigo Diamanti Vidaurre había recibido una beca para
Harvard -aún continúa esperando. Rodrigo conduce una ONG centrada en la libertad de expresión, llamada
“Un Mundo sin Mordaza”. Otross prisioneros notables incluyen a
Daniel Ceballos y Enzo Scarano; pero muchos otros inocentes -ya sea se encuentren en prisión o bajo acusaciones arbitrarias- tienen a pocas personas para defenderlos. El patrón es fácilmente reconocible: si Usted trabaja por la libertad, el gobierno venezolano hallará el modo de cercenar sus libertades individuales.
Y, ¿qué sucedería si Usted trabajara en contra de la libertad? Pues, en ese caso, el gobierno de Caracas oficiaría de
facilitador.
O’Globo, matutino líder en Brasil, informó recientemente sobre investigaciones sobre
operaciones de Hezbolá en ese país. Desde 2007, y con la ayuda del gobierno cubano, los miembros de
Hezbolá y otros personajes desagradables, pueden obtener documentos de identidad que los habilita para trasladarse libremente desde
México hacia la
Argentina. Un nuevo libro,
La estrategia de Penetración de Irán en América Latina, escrito por Joseph Humire -del
Centro para una Sociedad Segura, Center for a Secure Free Society– retrata la seriedad del problema. La continuidad de la impunidad en Venezuela y las porosas fronteras estadounidenses pueden acercar el problema hasta ponerlo a las puertas del país.
Afortunadamente, América Latina y algunos líderes mundiales están comenzando a reaccionar. En la reciente
Décimoquinta cumbre Iberoamericana, los ex mandatarios
Felipe González (España), Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ricardo Lagos (Chile), Julio María Sanguinetti (Uruguay) y Belisario Betancourt (Colombia) fueron los firmantes más prominentes de una declaración que pidió por la liberación de los prisioneros. Pocos días antes de ello, la
Federación de Asociaciones, Ciudades y Municipalidades Latinoamericanas, que se dieron cita en Santa Marta, Colombia, también pidieron por la
liberación de Leopoldo.
La familia López, incluyendo a su esposa
Lilian Tintori y a su hermana Adriana, apelaron al mundo libre para que se mantenga la presión, imponiendo sanciones en aquellos involucrados en violaciones contra los derechos humanos en Venezuela; ellos desean que todos vayamos más allá del ‘mundo conservador’ estadounidense, pidiendo al presidente
Obama, que
reclamó la liberación de Leopoldo López en ocasión de la Iniciativa Clinton Global (
Clinton Global Initiative), que acompañe sus declaraciones con acciones; y que
exija a los legisladores de los Estados Unidos que incrementen la vigilancia entre sus pares, de cara a las violaciones y abusos cometidos por el gobierno venezolano.
ALEX CHAFUEN | THE BLAZE
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