La Constitución de la Quinta República de 1958 no impone restricciones constitucionales al presidente a la hora de seleccionar y nombrar al primer ministro, pero sí debe tener en cuenta la mayoría parlamentaria.
Si el primer ministro carece del apoyo del Parlamento, la Asamblea Nacional votaría una moción de confianza. Entonces, el Gobierno tendría que presentar su dimisión al presidente.
Si RN obtuviera la mayoría de escaños en la Asamblea Nacional, el presidente Emmanuel Macron tendría que ofrecer el cargo de primer ministro al líder de ese partido, Jordan Bardella.
No tiene otra alternativa, afirma el experto en Francia Hans Stark, de la Universidad de la Sorbona de París: “Macron está muy debilitado. No tiene mucho margen de acción”.
Sin embargo, para Bardella, de 28 años, un requisito indispensable para asumir la responsabilidad del Gobierno es obtener la mayoría absoluta de escaños parlamentarios. De lo contrario, no podría implementar su programa político.
Con el nombramiento de Bardella como primer ministro, Francia entraría en la cuarta cohabitación de su historia.
¿Cómo funciona la cohabitación?
Cuando el presidente y el primer ministro franceses proceden de partidos diferentes, entonces el poder ejecutivo está dividido. El presidente y el primer ministro deberán trabajar juntos en la llamada cohabitación por el bien del país.
La primera cohabitación se formó en 1986, bajo el presidente socialista François Mitterrand. Después de perder las elecciones parlamentarias, Mitterrand nombró primer ministro al gaullista Jacques Chirac, en 1986, y al también gaullista Edouard Balladur, en 1993.
¿Cuánto margen de decisión tiene el Gobierno en una cohabitación?
Durante una cohabitación, hay funciones del presidente que se transfieren temporalmente al primer ministro. Es decir, que el nuevo primer ministro, y no Macron, se encargaría de las directrices políticas generales.
En concreto, en política interna, el Gobierno en cohabitación tiene un amplio margen de acción. En política exterior y de seguridad, comparte el poder con el presidente, responsable de las relaciones internacionales.
Las cuestiones de política interna y económica también pueden conducir a luchas de poder entre el presidente y el primer ministro, como lo demostró la primera cohabitación bajo Mitterrand.
El 14 de julio de 1986, Día Nacional de Francia, el presidente desautorizó públicamente a su primer ministro. Mitterrand anunció que no firmaría los decretos del Gobierno de Chirac sobre la reprivatización de un total de 65 bancos, compañías de seguros y empresas industriales nacionalizadas.
Ningún decreto gubernamental puede entrar en vigor sin la firma del presidente. Pero esta negativa sólo puede retrasar el plan del Gobierno, no detenerlo.
¿Trabajarían juntos Macron y Bardella?
El presidente Macron rechaza al menos partes del programa de RN. Hans Stark analiza que RN podría intentar “arrinconar a Macron hasta que finalmente renuncie”.
Si el presidente rechaza los planes de su nuevo Gobierno, tendría que dar razones. Es muy posible que Macron convoque más a menudo al Consejo Constitucional para comprobar la compatibilidad constitucional de las leyes antes de su promulgación. Algunos proyectos del Gobierno de RN podrían fracasar ante este obstáculo.
¿Qué sucede si hay una mayoría relativa de RN?
El experto Stark cree que Bardella hará realidad su declaración y renunciará a asumir el Gobierno si el partido resulta ser la segunda fuerza política y claramente no alcanza la mayoría absoluta.
Si otros partidos no logran formar mayoría, la república quedaría bloqueada. En este caso, el presidente no puede ordenar otra disolución del Parlamento. En la Constitución se prevé un período de espera de un año.
En el Parlamento que Macron disolvió a principios de junio, los partidos del bando presidencial sólo tenían una mayoría relativa. Por lo tanto, el Gobierno ha recurrido repetidamente al artículo 49.3 de la Constitución francesa para legislaciones importantes.
Esto permite al Gobierno aprobar una ley sin votación en la Asamblea Nacional. A menos que se presente una moción de censura y se apruebe en un plazo de 24 horas.
Sin embargo, este artículo constitucional es muy controvertido en Francia. Es poco probable que un nuevo Gobierno de cohabitación quiera gobernar utilizando el artículo 49.3 desde el inicio de una legislatura.
¿Una Asamblea Nacional bloqueada?
Hasta ahora, los partidos se han abstenido de sugerir cómo reaccionarían ante una Asamblea Nacional sin mayoría. Se sabe que Marine Le Pen, de RN, dice que, en ese caso, habría llegado el momento de celebrar elecciones presidenciales anticipadas.
Sin embargo, no se puede obligar a Macron a dimitir. No existe un escenario claro para una “república bloqueada” en Francia. Mucho dependería de la dinámica política después de las elecciones.
En principio, también sería concebible crear un Gobierno de expertos independientes. Sin embargo, no existe un modelo histórico para ello en la Quinta República.
¿Puede el presidente disolver la “república bloqueada”?
El presidente Emmanuel Macron podría activar el artículo 16 de la Constitución francesa. Esto otorga al presidente poderes extraordinarios en situaciones de crisis para garantizar la continuidad del Estado.
Entonces, el presidente podría dictar leyes y promulgar decretos sin el consentimiento del Parlamento. Sin embargo, el experto francés Hans Stark no cree que el artículo 16 sea una opción real para Macron.