Desde estas líneas hemos condenado la forma peculiar que tiene el Presidente venezolano de enfocar las relaciones internacionales. Su estrategia se ha basado y se basa en malgastar el dinero de su país para financiar su proyecto político y no el desarrollo de la región.

Editorial

Hugo Chávez ha limitado el acceso de sus compatriotas a la divisas. Nos encontramos, por tanto, ante una flagrante vulneración de las libertades personales. Cada cual es libre, o debería serlo, para gastar su dinero de la forma que mejor le plazca.

Los años de bonanza económica de Venezuela no han ido acompañados de una generalización de la prosperidad en el país. Todo lo contrario. Zonas que eran pobres per se, lo son más tras la década chavista. Contradictorio, porque durante estos años anteriores, los precios del petróleo han sido altos, muy altos, lo que en teoría habría ofrecido a las arcas del país pingües beneficios.

La gestión económica del chavismo no sólo ha sido mala en cuanto a su concepción de la economía, lo ha sido, sobre todo, por la finalidad y objetivos que ha tenido, que se pueden resumir en la frase de “comprar voluntades”.

En efecto, el proyecto del socialismo del siglo XXI, tan vociferado y alabado por cierta progresía occidental pues lo ven como un contrapoder frente a Estados Unidos, necesitaba de imitadores en la región y a ello se orientó la “política exterior económica venezolana”. Bolivia, Nicaragua, Cuba o Ecuador, se beneficiaron de ello. A cambio, los Morales, Ortega, Correa o Castro-s calcaban el discurso de Chávez y hostigaban a los enemigos de éste, en especial a Bush.

El resultado ha sido nefasto y las consecuencias serán peores aún. Estos socios privilegiados de la subvención de Caracas no han empleado el dinero y las facilidades recibidas en mejorar la suerte de sus ciudadanos, sino que lo han hecho en tratar de perpetuarse en el poder (por ejemplo, intentando acabar con la oposición). Siguen sin generar recursos propios. Por tanto, la duda es saber el futuro que las espera a partir de ahora, una vez que el precio del petróleo baja y baja…Lo único seguro es que seguirán contando con el cobijo ideológico de Cuba.