El contexto internacional sigue marcado por la desaceleración de la economía global. Las cifras del segundo trimestre de producción para España, Italia y Grecia confirman la situación de recesión en la Zona Euro, con crecimientos para las dos primeras de -1,6% y -2,9% respectivamente, trimestre/trimestre anualizado.

En el margen, los mercados financieros han tendido a estabilizarse a la espera de como continúa la crisis fiscal y financiera. En particular, serán muy relevantes las futuras acciones que tomen las autoridades políticas de la unión.

En Estados Unidos las cifras de actividad del segundo trimestre indican que la economía podría crecer bajo 2% este año, ya que el segundo trimestre tuvo un crecimiento de 1,5% (T/T anualizado). No obstante, la creación de 163.000 empleos fue positiva, denotando un cierto dinamismo en el mercado laboral, pero la tasa de desempleo sigue siendo alta: 8,3%.
 
En el mundo emergente, el dinamismo de China se reduce debido al deterioro en el mercado externo. El crecimiento económico de este país para el segundo trimestre de este año fue de 7,6%, el más bajo en tres años, debido al debilitamiento de las exportaciones.

En el futuro el país debería continuar con la estrategia de aumentar la demanda interna, reduciendo el ahorro e inversión en sectores exportables para incrementar el consumo y fortalecer los servicios. A pesar del complejo escenario externo, la evolución de nuestra economía es en general muy positiva y no ha perdido su fuerza, ya que el crecimiento anualizado del segundo trimestre fue de un 5,5%, permitiendo cerrar el primer semestre con un sólido 5,4%.

La demanda interna, por otro lado, se mantiene bien dinámica, debido al impulso tanto del consumo como de la inversión, que tuvieron crecimientos mayores en comparación con el trimestre anterior. La baja tasa de desempleo, el aumento en los salarios reales y la expansión del crédito ha llevado a un crecimiento del consumo privado de un 5,5%, 0,6 puntos porcentuales mayor que el trimestre previo.

En actividad, todos los sectores económicos aportaron de forma positiva en el crecimiento del PIB, destacándose los servicio, el comercio y la construcción, en línea con lo que demuestra el dinamismo de la demanda interna. La inflación se ha reducido desde un 4,2% a principios de año a un 2,5% en julio, permitiendo la disminución de las presiones inflacionarias en un corto plazo y una mantención de la TPM en un 5,0% por parte del Banco Central.

Dicho lo anterior, las proyecciones para el crecimiento del país y la inflación se han mejorado, a 4,7% y 2,2% respectivamente.

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