Los esfuerzos del presidente George Bush para lograr cambios a la ley migratoria de los Estados Unidos han dado lugar a dos propuestas rivales en el Senado, pero la posibilidad de que alguna de las iniciativas prospere son reducidas.
Se estima que EEUU tiene entre 10 y 12 millones de inmigrantes ilegales
Ahora estamos en un punto donde estamos teniendo planes reales y el debate está
comenzando en serio”, dijo Tamar Jacoby, del conservador Manhattan
Institute.
En mayo, el senador republicano de Arizona John McCain y el
demócrata de Massachusetts Edward Kennedy discutieron una legislación
bipartidista apoyada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos y otros grupos,
que permitiría a algunos de los inmigrantes ilegales en Estados Unidos obtener
permisos para trabajar legalmente y una eventual ciudadanía.
Se estima
que Estados Unidos tiene entre 10 y 12 millones de inmigrantes ilegales.
Según informa la agencia de noticia, Reuters, la Casa Blanca no ha
apoyado la iniciativa y en vez de ello trabaja con el senador republicano John
Cornyn, de Texas, y Jon Kyl, de Arizona, quienes diseñan una propuesta que es
más estricta en la frontera y menos generosa con los migrantes.
Cornyn y
Kyl gastarían miles de millones de dólares para fortalecer el control en la
frontera de Estados Unidos con México.
Ellos planean contratar 10.000
nuevos agentes de la patrulla fronteriza e invertir en vehículos aéreos con
tecnología de punta, cámaras, barreras y sensores. Además, quieren agregar
10.000 nuevas camas en prisiones para detener a inmigrantes ilegales.
Su
iniciativa también incluirá un programa de trabajadores huéspedes, pero
requiriría que regresaran eventualmente a sus países de origen en vez de
ofrecerles una ciudadanía.
“Serían un programa de trabajadores temporales
basado en el principio de trabajar y regresar en vez de trabajar y quedarse”,
dijo Cornyn en una entrevista telefónica el lunes. Sobre los inmigrantes
ilegales que viven en el país, Cornyn dijo que consideraba un plan que les
permitiría pagar una multa, cumplir un período de prueba, hablar el idioma
inglés y otros requisitos cívicos para obtener la estadía legal.
Incluso
si una de estas iniciativas o una combinación de ambas pasara por el Senado, aún
enfrentaría obstáculos en la Cámara de Representantes donde el republicano Tom
Tancredo encabeza un grupo anti-inmigración de 80 miembros, la mayoría de su
mismo partido.
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