Economía y Sociedad, Europa

Francia: débil crecimiento y desempleo históricamente alto empujam un cambio hacia el centro

Francia, una de las mayores economías mundiales y la segunda economía europea, se encuentra en un momento de recuperación frágil, a pesar de sus indicadores económicos, que -por lo general- han mejorado desde la crisis económica de 2009.

 Amenazas como el desempleo y la baja inflación hacen que esta recuperación no sea tan robusta como se deseara, debido en parte, a la falta de políticas públicas y reformas económicas más coherentes y profundas. A continuación, se analizarán las principales cifras económicas del país.

La evolución de la economía francesa medida con respecto al PIB presenta cifras positivas de acuerdo a las cifras que entrega el Fondo Monetario Internacional. Se espera que para el año recién pasado el crecimiento haya sido de 0,2%, explicado en parte, por la caída en las tasas de crecimiento que afectó al país en 2012. Sin embargo, se proyecta que para este año y el próximo el crecimiento vuelva a los niveles normales, es decir, a los mismos valores que se registraban previos a la crisis económica de 2009. Para 2014 se espera que el país galo crezca un 1%, mientras que en 2015, sería un 1,5%. El consumo privado se estima que crezca un 2,2% en 2014, mientras que para 2015, alcance un 3%. Similares expectativas se tienen con respecto a la demanda interna francesa, que mantiene una correlación casi perfecta en los últimos años con respecto al consumo privado. La inversión, en tanto, que en 2013 disminuyó en 1,4%, repuntará este año con un aumento esperado de 2,6% y, para 2015, se estima en 5,3%.

La tasa de política monetaria que rige en Francia es la tasa de la Eurozona, fijada por el Banco Central Europeo. Ésta ha alcanzado niveles históricamente bajos que sólo son comparables con los que hubo en 2004. Desde noviembre del año pasado la tasa está fijada en un 0,25%, cifra que se ha alcanzado debido a la consistente política con carácter expansivo de la tasa por parte del Banco Central desde noviembre de 2011.

La inflación en Francia, así como en la mayor parte de la Zona Euro, ha registrado cifras excepcionalmente bajas durante el año pasado, siendo el promedio anual de 1%. La última cifra registrada es de 0,8% para noviembre. Esto se contrarresta con el promedio de 2012, que fue de 2,2%, cifra considerada normal por el Banco Central Europeo.

El tipo de cambio USD/EUR se mantuvo estable durante el año pasado. La paridad promedio anual fue de 0,75 euros por dólar estadounidense, mientras que el promedio mensual de diciembre fue de 0,73. Para lo que va de 2014 el tipo de cambio continua con su estabilidad característica, registrando un promedio de 0,74.

Se proyecta que la demanda internacional para las exportaciones de commodities francesas crezca en un 5% con respecto al año pasado, mientras que las importaciones lo hagan en un 7%. La cuenta corriente se prevé que sea este año un

-1,5% del PIB (similar al año pasado) y que para el año 2015 cambie en un tercio, aproximadamente, proyectándose en -1% del PIB.

Tal como se intuye a partir de las dispares proyecciones de crecimiento de las exportaciones e importaciones, la balanza comercial se estima que será negativa para 2014, en €-30 billones reales (año base 1999), y de €-33 billones en 2015. Las exportaciones se han observado en constante crecimiento desde 2009, año en que cayó la demanda internacional; para este año se estima que totalicen € 597 billones y el próximo € 640 billones. Las importaciones también se proyectan que crezcan este año, para anotar € 682 billones en 2014 y € 673 billones en 2015.

El empleo en Francia ha constituido un problema durante el año pasado: desde 2011 que las cifras de desempleo han ido en aumento mes a mes, llegando a la cifra histórica de 11,1% en septiembre de 2013, alejado de la tendencia histórica de la última década que sitúa el desempleo francés alrededor del 9%. La última cifra registrada, para noviembre de 2013, estima el desempleo galo en 10,8%

Tasa de política monetaria del Banco Central Europeo

El 9 de enero de 2014, el Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener la tasa de política monetaria en 0,25%, un mínimo histórico. De acuerdo a Mario Draghi, presidente de la entidad, “se mantendrá el carácter expansivo de la política monetaria el tiempo que sea necesario, lo que apoyará la recuperación económica gradual en la zona del euro”. Sin embargo, distintos analistas ven esta medida con preocupación, debido a que existen temores por la baja inflación y débil repunte económico de la Zona Euro.

Se debe recordar que el objetivo del BCE es lograr una inflación por debajo del 2%. Disminuir la tasa clave y mejorar las condiciones para créditos privados puede ayudar a cumplir este objetivo. Sin embargo, hasta ahora la banca privada europea no ha transferido el interés más bajo del BCE a los consumidores, en los países que más lo necesitan.

 

Ranking de Competitividad y Riesgo Soberano


Francia se encuentra actualmente en el puesto Nº 23 del Ranking Mundial de Competitividad 2013–2014 del World Economic Forum, que contempla la participación de 148 países. Al igual que todas las naciones que lo preceden, Francia se mantuvo en la misma posición con respecto al ranking 2012-2013.
En cuanto a la categoría de “Requerimientos Básicos” del mismo informe, su mejor calificación es en el ítem de infraestructura, donde se posiciona en el cuarto lugar a nivel mundial. Su peor posición se encuentra en la categoría “Ambiente Macroeconómico, donde obtiene el puesto Nº 73 del ranking.

Las instituciones robustas, un buen manejo de su deuda y una economía diversificada, contrarrestada con una alta rigidez en los mercados laborales y de bienes y servicios, se ven reflejadas en la calificación por parte de Moody’s de Aa1. Características similares han sido percibidas por Fitch y Standard & Poors, donde ambos S&P le otorga un AA, mientras que Fitch, AA+.

El Índice de Libertad Económica realizado por la Fundación Heritage, sin embargo, deja a Francia en una situación relativa menos favorable. Para el presente año, el país galo ocupa el puesto N° 62. Su posición ha aumentado en 0,9 puntos con respecto al año pasado, debido a un gran aumento en la libertad para invertir y para hacer negocios. Francia se encuentra trigésimo entre los 43 países de la región y su puntaje general está por arriba del mundo.

Desempleo en Francia

El desempleo en Francia está alcanzado niveles históricos, similares a los registros que existían hace 16 años, en 1997. La última cifra registrada fue de 10,8, lo que hace que los franceses estén aún más descontentos con el Presidente François Hollande, ya que una de sus promesas de campaña fue detener el creciente desempleo.

De acuerdo a agencias internacionales, los despidos generalizados en empresas son comunes por estos días, y, lamentablemente, no se ve una solución en el mediano plazo para esta situación.

El presidente Hollande, en una conferencia de prensa el 14 de enero de 2014, dio a conocer una propuesta para estimular la economía francesa y salvar su débil mandato, en cuanto a aprobación de la opinión pública.

La Unión Europea ha hecho fuertes demandas al gobierno socialista de Hollande para avanzar más rápido en las reformas estructurales, generar confianza en los agentes económicos y evitar también los temores de que una débil trayectoria económica en Francia amenace con dificultar una amplia recuperación post crisis en la Eurozona.

El conjunto de medidas propuestas parte con una reducción de € 15 billones de economía de gastos este año, similar a lo propuesto anteriormente, seguidas de € 50 billones en los siguientes tres años. Luego, prometió cortar cargos sociales por € 30 billones, que disminuirán en 5,4%, en promedio, el monto de salarios que pagan actualmente los empleadores. A todo lo anterior, se agregan € 20 billones de un “tax break” para las empresas, que ya está implementado y tiene el propósito de contribuir a mejorar la competitividad de la economía nacional.

MEDEF, la Asociación de Empresarios, ha llamado a un recorte de € 50 billones en impuestos a las compañías y € 50 billones referentes a cargos sociales sobre el trabajo, en cinco años. Esas medidas fiscales y algunas eliminaciones de procedimientos burocráticos, constituyen lo que se ha llamado un “pacto de responsabilidad” en que el sector privado adquiere un compromiso de crear 1 millón de empleos. Es decir, las expectativas de los empresarios franceses y de la Unión Europea, que esperan medidas económicas más intensas, difieren de las del Presidente Hollande.

La conferencia de prensa anual de Hollande perdió lustre, porque la prensa descubrió un affaire de él con la actriz Julie Gayet; y la primera dama, pareja de Hollande, se internó en una clínica, sufriendo de un shock. Más aún, el Presidente prometió aclarar en breve quien será la primera dama de Francia.

Esta situación no es coherente con la imagen cultivada de ser un “Presidente normal”, dedicado exclusivamente al “servicio del pueblo”.

En el plano político, el Presidente Hollande está evolucionando hacia el centro, de manera pausada y aún mucho más gradual, que el Presidente Mitterrand, en 1983, cuando cambió abruptamente de la política de “socialismo en un país” a una “trayectoria pro business”. Hollande ha declarado recientemente, que es un “social demócrata”, cercano al centro político.

Las políticas de izquierda tradicional seguidas por Hollande desde 2012, que procuran mantener los impuestos y el gasto público alto (57% del PIB) no han dado buenos resultados, en comparación con las de Alemania e Inglaterra, de un carácter “pro business”. En particular, las políticas públicas de Francia no han contribuido a estimular la economía o a crear empleo. Como consecuencia, la aprobación del Presidente por la opinión pública está muy baja, en torno a 20%.

Internamente en Francia, dada la debilidad de la oposición de derecha, y por otra parte, la recuperación gradual de la Eurozona y el período de tres años restante para el gobierno francés, todavía hay tiempo antes de la próxima elección presidencial para viabilizar un cambio de estructura económica, según los analistas políticos.

Relación con Chile

 

Entre Chile y Francia existe un activo intercambio y cooperación en diversos ámbitos, entre los que destacan los vínculos en educación, ciencia y tecnología, defensa, cultura y cooperación descentralizada. Las relaciones comerciales se enmarcan en el acuerdo de asociación entre Chile y la Unión Europea, que fue suscrito el 18 de noviembre de 2002.

Con respecto a la inversión directa de Francia en Chile, de acuerdo a los datos de Comité de Inversiones (CIE Chile), el año 2012 la inversión materializada del país galo en Chile fue de US$ 53,1 millones. Los sectores económicos con mayor participación de capitales franceses son alimentos, bebidas y tabaco y servicios a las empresas

El 2012 las exportaciones de Chile a Francia fueron de US$ 1.220 millones, mientras que las importaciones fueron de US$ 1.469 millones. De acuerdo a datos de la DIRECON, los principales productos exportados por Chile fueron derivados del cobre, derivados de la madera (pastas) y mariscos en conserva. Por otro lado, los productos más importados desde Francia fueron furgones y automóviles.

En conclusión, se puede observar que Francia está en una posición económica relativamente frágil, con una macroeconomía mediocreciente gestionada. A pesar de que existen indicadores económicos que podrían augurar un panorama algo optimista, ello se ve opacado por temas importantes como el alto y persistente desempleo y la baja inflación, que hacen peligrar una evolución económica favorable para el país galo.

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