Pienso que la mayoría de los españoles están estupefactos, pero lo mismo me equivoco…
Madrid Opina, programa de la cadena Telemadrid, que dirige el periodista Ernesto Sáenz de Buruaga es de lo poco que en televisión merece la pena. Lejos de histrionismos y parodias informativas, tan comunes hoy, el espectador puede conocer el parecer diferenciado de políticos, periodistas, analistas e incluso expertos. En algunos de ellos se observa independencia de criterio y en otros no. Pero nada de esto se tapa, lo que en verdad se agradece.
Hablaban del asunto de la Memoria Histórica, a pesar de los esfuerzos de Sáenz de Buruaga por no centrar la cuestión exclusivamente en el affaire Garzón, y de si conviene o no revisar la Transición Política Española. Me quedo con la opinión general, pero no unánime, de que se ha pretendido conscientemente provocar en la opinión española un áspero debate ideológico en todos los frentes pues conviene al interés del gobierno desenterrar viejas cuitas guerra civilistas para que los informativos no nos cuenten las otras cosas que también pasan.
Que esto era buscado con insistencia ya pudo verse en las legislaturas del PP en mayoría, la relativa y la absoluta. El efecto principal no fue descabalgar al Gobierno en 2004, que eso -con los matices que se quiera- lo consiguieron los ejecutores intelectuales y materiales de los atentados del 11M. Consiguió el PSOE sumar votos y fagocitar a la “Izquierda Unida” del buen comunista Gaspar Llamazares, al que dejo solito en el Parlamento y para vestir santos o dar conferencias entre los nostálgicos de las trincheras.
No ha dejado el gobierno de engrasar la estrategia y cuenta con voluntariosos aliados ávidos de borrar pasados y biografías personales. Los resultados serán parecidos en 2012 y con suerte –para el PSOE– ni si quiera Llamazares repetirá escaño que irá a parar a algún aventajado funcionario socialista.
Haría bien el PP opositor en no alarmarse por tanto alboroto mediático provocado a conciencia. Pienso que la mayoría de los españoles están estupefactos, pero lo mismo me equivoco y va a resultar, ahora, que es llegado el tiempo de ajustar cuentas de nuevo. Creo que no. Es un disparate. Qué nos dejen en Paz y se queden sus Guerras. Y si quieren hablar de Historia que la estudien o lean a nuestros historiadores, que son muchos y buenos.
En este punto, recuerdo emocionado y agradecido para Manuel Fernández Álvarez que falleció esta semana. Magníficos historiadores españoles como Miguel Artola, García de Cortazar, Carmen Iglesias o Gonzalo Anes le han rendido homenaje y nos han recordado a todos su extraordinaria contribución para difundir y divulgar la historia de una nación, España, en la que no todo fue decadencia, pesimismo y enfrentamientos.
Historia y Memoria de la España de “Felipe II y su tiempo”, “Carlos V, el cesar y el hombre”, “Juana la Loca. La cautiva de Tordesillas” o “Jovellanos, el patriota” y también la España de su trilogía novelada Dies Irae, casi autobiográfica, donde está su Memoria de la Guerra Civil y lo que pasó después.
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