La Inmigración debería ser una política de consensos firmes y decididos. Qué el actual gobierno, cuando era oposición, no lo entendiera así, era también un error y no hay razones sensatas para hacer ahora lo mismo.
Las decisiones del gobierno español cuando lo del Aquarius y las más recientes de ahora, han sido buenas noticias y un acierto, sobre todo, para las personas afectadas directamente. Eso debería ser siempre lo más importante. Más efecto llamada provoca diariamente la TV e internet y no por medio, precisamente, de sus noticieros, pues lo que más se sigue fuera es nuestro futbol y los estadios llenos de felices y apasionados ciudadanos.
Manifestar que la inmigración es un tema complejo y que no hay soluciones sencillas es ya pura retórica política. Afirmar que el tema pasa por articular y coordinar políticas de control de fronteras, que es una cuestión europea y no sólo de los estados miembros y que hay que intensificar la cooperación al desarrollo en los países de origen, por ejemplo, se está convirtiendo también en una simple y desfasada, por antigua, retorica manida.
Las políticas y medidas concretas de Integración de la inmigración que todas las administraciones españolas están haciendo por sí mismas y con el apoyo de la Unión Europea desde hace muchos años, han sido importantes y positivas en su conjunto. Hay que decirlo y hay que mejorarlas.
Si así no fuera, las cosas estarían peor de lo que algunos dicen que están. Todo es perfectible, naturalmente, con tal de que no cometamos los errores de otros que, a fuer de insensatos, propiciaron guetos, discriminación y abusos a los más elementales derechos de las personas, por renegar de los valores principales de una sociedad de acogida, que precisamente los inmigrantes venían buscando.
La Agenda Demográfica debería ser hoy la principal de las agendas internacionales. La Demografía ya está provocando cambios y lo que viene es imparable.
Las políticas de Inmigración y Demografía deberían tener peso propio en las estructuras de los gobiernos y de los partidos. Colocar la Cooperación Internacional para el Desarrollo, en el ámbito de las políticas sociales, como todavía hace el Partido Popular de España, es un desacierto y es no entender su importancia.
La Cooperación Internacional al Desarrollo es parte principal de la Política Exterior de España y por lo tanto de las Relaciones Internacionales. Hay una ley que dice eso. El Partido Popular de España debería entenderlo así.
Demografía e Inmigración o Migraciones, si se quiere, deberían estar relacionadas en las estructuras de gobierno y de los partidos. Otro tema lo son las políticas de Integración de la población inmigante o de cualquier otro colectivo que, probablemente, están bien donde están ahora.