Existen diseños que imitan cada vez más al vuelo de los pájaros. Hace unos años técnicos norteamericanos hicieron una demostración de un F/A-18 modificado de tal forma que es capaz de batir suavemente sus alas. También la empresa Skunk Works, pretende fabricar aviones con pequeñas alas que, adheridas al fuselaje, puedan plegarse y aproximarse entre sí, tal como hacen las aves.
Grandes ventajas medioambientales
El pasado 25 de mayo vimos volar sobre Florencia al helicóptero más pequeño del mundo. El inventor, Gennai Yaganisawa, un japonés de 75 años intentaba así honrar la memoria de Leonardo da Vinci, precursor e inventor del modelo que se considera el antepasado del helicóptero actual.
“El concepto del helicóptero nació en Italia con Leonardo de Vinci, y siempre he deseado volar sobre su lugar de nacimiento. Tendría la impresión de saludar a un antepasado. Espero que Vinci estuviera contento”, explicó Yanagisawa
El aparato pesa alrededor de 75 kg (sin su piloto) y cuenta con una longitud de 3,96 metros (rotor incluido), y puede alcanzar una altitud de 150 metros con autonomía de 30 minutos. Su velocidad máxima es de 90 km/hora. El modelo puede ser armado en cuarenta horas según su inventor, se comercializa en los Estados Unidos a un precio de 57.140 dólares, generalmente bajo el nombre de GEN H4 (diminutivo del nombre de Gennai Yanagisawa).
Por otro lado, y sin menospreciar el ingenio de Yanagisawa, existen diseños que imitan cada vez más al vuelo de los pájaros. Hace unos años técnicos norteamericanos hicieron una demostración de un F/A-18 modificado de tal forma que es capaz de batir suavemente sus alas. También la empresa Skunk Works, una división de Lockheed Martin, de Palmdale, en California, pretende asimismo fabricar aviones con pequeñas alas que sustituyan a las tradicionales de tal forma que, adheridas al fuselaje, puedan plegarse y aproximarse entre sí, tal como hacen las aves.
La nueva aerodinámica se asocia así con los recientes avances en combustible alternativo. La reciente fusión de Airbus, Honeywell, IAE y JetBlue ayudará a desarrollar tecnología de energías renovables, convirtiendo aceites procedentes de vegetales y algas en combustibles aptos para la aviación, evaluando además los retos derivados de obtener aprobación para este combustible por parte de los distintos entes de homologación. Estos combustibles, producidos en base a biomasa de cosechas no alimenticias, tienen un mejor ciclo de vida en cuanto a emisiones que el kerosén empleado hoy día.
Las potenciales ventajas medioambientales en la utilización de bio-jet de segunda generación son amplias, incluyendo una reducción de emisiones y partículas; reducción de la huella de carbono; mejora de la limpieza del motor; reducción de la formación de estela de condensación y beneficios generales a lo largo del ciclo de vida del avión.
Además de investigar los beneficios medioambientales, la asociación buscará averiguar si los bio-combustibles podrían desarrollarse al punto de expandir las características de carga vs. alcance de los aviones, reducir el consumo de combustible e incrementar la confiabilidad y la durabilidad de los motores, todos ellos puntos críticos del rubro costos en las operaciones aeronáuticas.
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