América, Política

Nicolás Maduro y sus violaciones de los derechos humanos de su pueblo

“… cabe recordar -a Maduro y a los comandantes militares venezolanos- que los delitos cometidos ciertamente no prescriben con el mero paso del tiempo…”


La represión inhumana constante que llevan a cabo contra su propio pueblo-no sin una lamentable dosis de cobardía- los desalmados militares venezolanos actuando bajo las órdenes de Nicolás Maduro se trasmite -en vivo- constantemente por televisión a todos los rincones del mundo. Y genera la repulsa universal del caso.
 
Pero, sin duda, Nicolás Maduro y sus Jefes Militares serán, todos ellos, algún día personalmente responsables por todo lo que esos abusos -que conforman delitos de lesa humanidad- significan. Por tener esa particular naturaleza, cabe recordar -a Maduro y a los comandantes militares venezolanos- que los delitos cometidos ciertamente no prescriben con el mero paso del tiempo, lo que supone que nunca quedan impunes sin que exista un decisión judicial concreta, que así lo determine.
 
Cabe destacar, por ello, que un fallo judicial reciente, dictado en el sur de Chile, así lo confirma expresamente. Una vez más.
 
Se trata de la decisión del Juzgado de Garantías de Angol, en la llamada Arauncanía chilena. Allí se imputó a un carabinero, Marco Aurelio Treuer, como responsable de la muerte de un joven mapuche, Edmundo Alex Lemún, causada por un proyectil disparado por el mencionado carabinero que de pronto impactó en su cabeza. La muerte de Lemún resultó aparentemente inevitable, pese a la tardía atención médica recibida.
 
Dos años después de que el caso fuera equivocadamente cerrado por la justicia castrense chilena, el mismo fue reabierto por la Corte Suprema de Justicia de Chile, ante las recomendaciones específicas recibidas por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
 
El caso había sido juzgado por la Justicia Militar chilena, que sancionó al mencionado Treuerpero con apenas un día de reclusión. La causa fue reabierta ante el reclamo concreto de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en representación de la familia del joven fallecido.
 
La muerte de Lemún, que sólo tenía 17 años, ocurrió aparentemente en el marco de un operativo que fuera puesto en marcha para dispersar una protesta de mapuches dedicados a recoger leña, 16 años atrás. Allí precisamente se generó un caso de uso excesivo de la fuerza por parte de los carabineros. Hoy la comunidad en la que Lemún trabajaba lleva su nombre, en homenaje a su entrega por la causa de los mapuches chilenos.
 
A Nicolás Maduro le espera presumiblemente un proceso similar, que deberá afrontar seguramente cuando le llegue el momento.
 
Lo mismo ocurre con los cobardes jefes militares venezolanos que son responsables inmediatos de los centenares de muertos y heridos que se han acumulado en la represión contra su propio pueblo por ellos llevada a cabo,bajo las órdenes directas del deplorable dictador Nicolás Maduro, que ha usurpado el poder en su propio país, ante la evidente pasividad de sus propios jefes militares. Aquellos que disparan sus armas contra su desarmado y pacífico pueblo, que protesta por la falta de todo, incluyendo la libertad. 
 
 
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
 

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