La Zona Franca de Shanghai (ZFS), el laboratorio de las reformas económicas en China, la segunda economía del mundo, abrió este domingo como estaba previsto, según han informado los medios oficiales de China.
La zona, de 29 km2 "comenzó a ser operativa este domingo", ha informado la agencia Xinhua. Se trata de un "banco de pruebas para las autoridades chinas, para profundizar las reformas orientadas al mercado y aumentar el vigor económico", ha agregado.
La nueva zona de Libre Comercio de Shanghai se ha convertido en un laboratorio donde se experimentará qué ocurre si se permite el libre cambio de yuan o se dejan los tipos de interés bancario en manos del mercado.
Se trata de un proyecto defendido como una necesidad por el nuevo Gobierno Chino, que pretende salvar así al país de la caída, después de tres décadas de crecimiento continuado, un crecimiento que ha empezado a frenarse por el retroceso de las exportaciones, según informan agencias de noticias.
El Primer Ministro Li Keqiang, que ha tenido que afrontar una fuerte oposición interna, quiere estimular la economía interviniendo menos desde el Estado y facilitando más la inversión extranjera, lo que puede suponer una apertura para ciertos sectores.
Los bancos extranjeros podrán abrir filiales dentro de los límites de la Zona Franca, al igual que las operadoras de telecomunicaciones, mientras que los mercados internacionales de materias primas podrán tener allí sus propios almacenes.
Como el crecimiento chino tiende a ralentizarse por la caída de sus exportaciones, Pekín quiere evolucionar hacia una economía más orientada a los servicios y al consumo, mientras trata de que el yuan, hoy la novena divisa más usada del planeta, llegue a serlo tanto como el Euro y el Dólar. La meta es que Shanghai sea uno de los centros financieros y comerciales del planeta en 2020, con una influencia mundial comparable a la de Londres o Nueva York, aunque eso solo será posible según los expertos, con un sistema financiero y jurídico abierto y transparente, capaz de competir con ellos.
Queda por ver ahora hasta qué punto será capaz Pekín de soltar las riendas en la nueva zona, como para que Shanghái logre de verdad un lugar preeminente en la economía mundial.
// OTROS TEMAS QUE TE PUEDEN INTERESAR