Oriente Próximo, Política

Con ambición renovada el ex presidente iraní Mahdmoud Ahmadinejad insiste en regresar al mundo de la política

El líder supremo religioso de Irán, ante lo que sucede, le ha sugerido públicamente que cese en su intento porque, señaló, “no responde al interés de su país”


La política genera con bastante frecuencia una alta dosis de ambición en sus personajes. Embriaga muy particularmente a quienes ya han transitado, bien o mal, sus distintos andariveles. Y, a veces, hasta parece provocar cierta desesperación por alcanzar el poder. Comprobarlo da pena, por cierto. Pero es así. En casi todas partes.

En nuestro país, la ambición de Alfonso Prat Gay por llegar de alguna manera a ser Canciller es una muestra de este fenómeno. Su temperamento, sin embargo, le hace difícil poder de pronto coronar con éxito ese sueño, quizás por las limitaciones de su formación.

Lo mismo sucede, aparentemente, con el ex duro presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad. Una vez más, anunció recientemente su intención de regresar al poder que alguna vez ejerciera, por espacio de ocho años.

El líder supremo religioso de Irán, ante lo que sucede, le ha sugerido públicamente que cese en su intento porque, señaló, “no responde al interés de su país”. Sin éxito. Ahmadinejad hace caso omiso a es “recomendación”. Y se lanza al ruedo, una vez más. Por las suyas.

Ocurre que otros líderes iraníes han recibido, en los últimos tiempos, ese mismo mensaje. Entre ellos, Mohammad Khatami, que gobernara entre el 1997 y el 2005. Que hoy está “quieto”. Y Ali AkbarHashemi Rafsanjani, a quien se impidió buscar un segundo mandato presidencial en el 2013. Así como a Abol Hassan Bani-Sadr, hoy exiliado en Francia. Y cada uno de ellos atiende a su propio juego.

Hasta ahora esos “no”, rotundos, ganaron sus respectivas pulseadas. No obstante, Ahmadinejad, preguntado que fuera recientemente sobre la negativa del clero “shiita” a endosar su candidatura, señaló -suelto de cuerpo- que se trataba de apenas una mera “opinión”, y no de una “instrucción” y, mucho menos de una “orden”. No todos comparten, claro está, su interpretación.

Hace pocos días, el Consejo de los Guardianes publicó la lista final de candidatos presidenciales para las elecciones de mayo del año venidero. Allí apareció el actual presidente, Hassan Rouhani. Y el activo alcalde de Teherán, Mohammad Bagher Ghalibaf. Así como Eshaq Jahangiri, uno de los vice-presidentes del actual presidente, Hassan Rohani.

De Ahmadinejad, ni noticias. Como era probablemente previsible. Los clérigos no compraron, en modo alguno, el voluntarismo rebelde de Ahamdinejad. Lo descalificaron, de hecho, entonces. Quedó notoriamente “fuera de carrera”. Seguramente Ahmadinejad ahora se victimizará, arte en el muchos políticos son expertos.

Por el momento, la próxima elección presidencial iraní pareciera que habrá de enfrentar al actual presidente, Hassan Rouhani, contra dos de los candidatos de los clérigos conservadores: el clérigoduro Raisi y el antes mencionado Ghalibaf.

Si ambos siguen en carrera, dividirán previsiblemente al electorado radical, favoreciendo en definitiva al reformista Rouhani en su objetivo de poder mantenerse, al menos por un período más, en lo alto del poder de Irán.
 
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
 

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