Desde 2018, Venezuela ha sufrido una sangría migratoria: más de 7,7 millones de venezolanos han abandonado su país de origen, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), provocando el segundo mayor desplazamiento del mundo.
Asimismo, países como Nicaragua y Cuba están experimentado éxodos históricos en la región.
Éxodo cubano
“El éxodo cubano contemporáneo, particularmente desde 2021, ha roto todos los récords históricos”, dice a DW Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de la Florida.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP, por sus siglas en inglés), más de 645.000 cubanos han sido detenidos, principalmente en la frontera entre México y Estados Unidos, en los últimos cuatro años fiscales.
“A ese número habría que agregarle los 106.757 cubanos que obtuvieron el parole [permiso de residencia temporal] en Estados Unidos desde 2023″, señala Duany, y agrega que “se trata de la mayor ola migratoria desde Cuba a Estados Unidos, tanto antes como después de la Revolución Cubana de 1959, incluso más numerosa que los Vuelos de la Libertad, entre 1965 y 1973, el éxodo del Mariel, en 1980, y la crisis de los balseros de 1994”.
Una grave crisis económica y el “creciente descontento popular con el régimen” han impulsado el desplazamiento de la población cubana, que ha disminuido al menos un 10 por ciento desde 2020, apunta el antropólogo de la Universidad Internacional de la Florida.
El experto indica que los emigrantes provienen de todos los sectores de la fuerza laboral, particularmente de los niveles medios, como los oficinistas y vendedores.
“En 2022, el 33 por ciento de los cubanos admitidos en EE. UU. eran profesionales y gerentes, prácticamente la misma proporción que la fuerza laboral en Cuba, por lo que no puede hablarse técnicamente de una fuga de cerebros. Ciertamente, es una emigración fundamentalmente joven: el 45 por ciento tenía entre 18 y 44 años. La isla está perdiendo gran parte de su población joven y calificada mediante la emigración”, detalla.
Éxodo nicaragüense
En el caso nicaragüense, el politólogo Charles G. Ripley III, de la Universidad del Estado de Arizona, constata “una gran fuga de cerebros” como consecuencia del cierre y la confiscación de muchas instituciones educativas y culturales por parte del Gobierno del país centroamericano. “Tristemente sale mucha gente educada”, lamenta, en entrevista con DW.
La emigración masiva ha sido la respuesta a la represión gubernamental tras la crisis política de 2018. La débil economía es otro factor decisivo. De acuerdo con el académico Ripley III, es difícil obtener cifras exactas del éxodo.
Tanto el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más como el centro de pensamiento estadounidense Diálogo Interamericano cifran en más de 700.000 el número de personas emigradas desde 2018.
En Nicaragua, los intelectuales y profesionales “difícilmente pueden desarrollar su carrera libremente, puesto que son favorecidas las personas afiliadas al partido gubernamental. Los intelectuales se van por persecución directa o porque no pueden acceder a fuentes formales de empleo”, sostiene el abogado Salvador Marenco, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
Desde México, Marenco explica a DW que el régimen de Daniel Ortega incluso se beneficia de la emigración masiva a través de las remesas que mantienen en pie a la golpeada economía.
Más allá de la fuga de cerebros, “el exilio también genera una ruptura social con nuestra propia historia”, cree Salvador Marenco.
A través de los discursos de la pareja presidencial, el Estado nicaragüense estaría criminalizando a sus propios nacionales: “Personas importantes han sido estigmatizadas y borradas de la historia de Nicaragua por ser opositores o defensores de derechos humanos. A las personas desnacionalizadas se les ha borrado su registro académico, del estado civil, de nacimiento. El impacto es enorme. Es un exilio silencioso, porque las personas tienen miedo de hablar, aunque estén fuera del país, por represión a sus familias y represión transnacional”, detalla.
Éxodo venezolano
En el marco del éxodo venezolano más reciente, con más de 7,7 millones de emigrantes, sobre todo la población de entre 25 y 49 años ha abandonado el país sudamericano, señaló en 2023 la socióloga Claudia Vargas, en una entrevista concedida a la radio Onda La Superestación.
El nivel de preparación académica profesional de los venezolanos en el extranjero estaría disminuyendo, puesto que se trata de una población joven que no ha logrado concluir o iniciar sus estudios universitarios.
La socióloga especializada en migración criticó sobre todo las barreras impuestas al talento venezolano en los principales países receptores, como Colombia, Perú y Ecuador.
A la fuga de cerebros en Venezuela se suma una importante fuga de fuerza laboral. De ahí que Vargas abogue por una política de Estado que permita a los emigrantes una especie de reconexión, para que puedan aportar al país desde el extranjero.
Con información de Viola Traeder para DW.