El plan de Milei sigue su curso. El Gobierno de Argentina parece haber ganado la primera batalla contra la inflación con su ‘terapia de shock’ basada en los recortes de gasto público para equilibrar cuentas públicas casi de la noche a la mañana. Los mercados están empezando a creer de forma notable en el plan de Milei, lo que sin duda tiene un efecto que refuerza la efectividad de las medidas del Gobierno. Cuanto más suba el precio de los bonos, más lejos está el default de Argentina. Cuanto más lejos esté el default de Argentina, más fuerza tendrá el peso y más sencillo será vencer en la guerra contra la inflación. Por ahora, en la primera batalla, el plan Milei ha demostrado ser una apisonadora, llevando al IPC mensual a caer desde el 25,5% de finales de 2023 hasta el 2,7% del mes de octubre.
En términos interanuales, el índice de precios al consumidor (IPC) en Argentina se situó en octubre en el 193% interanual, su sexta desaceleración consecutiva, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En el décimo mes del año, los precios al consumidor crecieron un 2,7% en comparación con septiembre, lo que implica una desaceleración con respecto a la tasa mensual del 3,5% que se había registrado en el mes anterior.
El índice mensual de octubre es el más bajo desde noviembre de 2021, cuando la variación mensual fue del 2,5%, y está muy por debajo de las tasas registradas en diciembre (25,5%) y enero (20,6%) pasados.
Tras la súbita devaluación del peso argentino dispuesta por el Gobierno de Javier Milei apenas iniciar su mandato, en diciembre de 2023, y el impacto de sus primeras medidas ultraliberales, los precios iniciaron una tendencia descendente en Argentina como resultado de un fuerte ajuste fiscal y monetario y un derrumbe del consumo que aplastó la demanda. De acuerdo con el informe oficial difundido este martes, los precios de los bienes tuvieron el mes pasado una variación positiva del 2,1% en comparación con septiembre, mientras que los servicios subieron un 4,3%, unos datos que ascienden al 179,2% y el 233,1%, respectivamente, en la comparación interanual.
Este dato de inflación se ha publicado casi a la vez que el nuevo superávit fiscal de Argentina. Argentina alcanzó otro superávit fiscal en octubre pasado, encadenando diez meses de resultado positivo, frente a un historial de rojo en las cuentas públicas, según anticipó este martes el ministro de Economía, Luis Caputo.
“En octubre vamos a estar en un superávit financiero importante”, asegura Caputo en el cierre de la conferencia anual de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, anticipando el dato que se publicará este viernes. “Argentina es el mejor alumno de las Américas. Es el único país que tiene hoy superávit fiscal”, comparó el ministro. “Hemos hecho todo esto respetando la propiedad privada, a mercado, sin romper contratos”, destacó.
La apisonadora Milei
Desde que Javier Milei asumió la presidencia de Argentina, su gobierno ha implementado una serie de medidas decisivas con el objetivo de alcanzar un superávit fiscal, reducir el riesgo país y ganar la confianza de los mercados internacionales. Milei, quien ha manifestado de forma reiterada su alineación con principios de libre mercado, ha puesto en marcha políticas de ajuste fiscal y liberalización económica para restaurar la estabilidad en un país que históricamente ha enfrentado altos niveles de inflación y deuda pública. Estas medidas, aunque controvertidas, han comenzado a mostrar resultados, con una reducción notable en el riesgo país, que cayó hasta los 830 puntos básicos, señalando una mayor credibilidad en la gestión económica del nuevo gobierno.
Uno de los pilares de la estrategia de Milei ha sido la consolidación fiscal. El gobierno implementó recortes significativos en el gasto público, incluyendo la reducción de subsidios en sectores clave como el energético y el transporte. Este ajuste, aunque impopular en algunos sectores, ha sido fundamental para alcanzar el superávit fiscal. Además, la administración de Milei ha impulsado una reforma tributaria que simplifica el sistema de impuestos y elimina ciertos impuestos que afectaban a la inversión y el crecimiento empresarial, con el objetivo de dinamizar la economía y atraer tanto capital nacional como extranjero.
Otro paso clave en la estrategia de Milei ha sido la liberalización de los controles de precios, eliminando también parcialmente las restricciones de acceso a divisas para empresas y particulares. Esta liberalización ha facilitado el ingreso de inversiones y ha contribuido a estabilizar el mercado de divisas (el tipo de cambio del peso), lo cual es fundamental en una economía que busca atraer capital extranjero. Junto con esta política, el Banco Central, bajo la dirección de un equipo alineado con las metas del gobierno, ha adoptado un enfoque de tipo de cambio flotante para mejorar la competitividad de las exportaciones argentinas y reducir la volatilidad en el mercado cambiario.
Para restablecer la confianza de los inversores, el gobierno también ha trabajado en renegociar los términos de la deuda externa de Argentina, logrando condiciones más favorables y plazos de pago extendidos. Este esfuerzo, junto con el compromiso de estabilizar las cuentas públicas, ha contribuido a reducir el riesgo país. La mejora en la percepción del riesgo de Argentina permite al país acceder a financiamiento externo en mejores términos, lo cual es clave para fomentar el desarrollo económico y apoyar a sectores productivos estratégicos.
En conjunto, estas políticas de ajuste fiscal, liberalización económica y reestructuración de la deuda han posicionado a Argentina en una senda de recuperación económica. La administración de Milei, a través de estas medidas, ha buscado establecer una economía más abierta y estable, con un marco macroeconómico que inspire confianza en los mercados y fomente la inversión.