El conflicto que llamamos Guerra contra el Terror continúa aún a finales del 2007 y todo indica que se puede contar con que sus escenarios de batalla se extiendan, y escalen, aún más el próximo año.
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Lunes, 09 de diciembre 2024
El conflicto que llamamos Guerra contra el Terror continúa aún a finales del 2007 y todo indica que se puede contar con que sus escenarios de batalla se extiendan, y escalen, aún más el próximo año.
Walid Phares
Lo siguiente es una evaluación global de la confrontación que viene teniendo lugar desde el 2001, aunque la guerra sistemática emprendida por las fuerzas jihadistas contra las democracias y el mundo libre comenzó una década antes del 11 de Septiembre al menos. Esta evaluación no es exhaustiva ni definitiva, sino una colección de observaciones relacionadas con importantes avances, direcciones y proyecciones.
Ausencia de cohesión global
Las principales potencias y aliados involucrados en la Guerra contra el Terror aún carecen de cohesión global. Mientras que Estados Unidos integra sus esfuerzos en las actuales guerras de Afganistán e Irak en sus iniciativas globales por derrotar a Al Qaeda y contener la proliferación nuclear de regímenes criminales como Irán, las demás potencias y bloques de países tienen planes y enfoques distintos. Mientras que Gran Bretaña y otros socios norteamericanos en Europa desposan opiniones comunes a escala global, Francia, Alemania, España e Italia están de acuerdo en el teatro afgano, pero siguen sin estar implicados en el escenario iraquí. Todos los socios atlánticos, sin embargo, persiguen a Al Qaeda y –junto a las demás redes salafistas — la consideran la principal amenaza. Asimismo, la mayor parte de los socios occidentales perciben la amenaza iraní como seria, aunque discrepan en la manera en la que responder.
Las potencias no occidentales que combaten a las fuerzas jihadistas no se unen necesariamente en la escena internacional contra un enemigo común. La India es objetivo de los islamistas, pero no se vincula a los esfuerzos en Oriente Próximo encabezados por Estados Unidos. Rusia está también en guerra con el terror de jihadistas, pero aún así se distancia del escenario afgano, se opone a Estados Unidos en Irak, y lo que es peor, respalda a los dos regímenes que impulsan el terror, en Teherán y Damasco.
En la región, los gobiernos de tendencia occidental afirman que combaten “el terrorismo”, pero solamente a los terroristas que amenazan a sus propios regímenes, no la amenaza jihadista mundial. El gobierno turco actual lucha contra el PKK de cuño terrorista, pero no le preocupa el crecimiento del wahabismo y el jomeinismo en la región. Arabia Saudí desmantela las células de Al Qaeda dentro del reino, pero aún extiende el fundamentalismo en todo el mundo. Qatar es el enclave de la mayor base norteamericana en la región, y al mismo tiempo financia los programas de adoctrinamiento más destacados en Al Yazira. En resumen, hay varias “guerras” en el terror mundial. Ciertamente América encabeza las campañas más amplias, pero los esfuerzos en todo el globo están aún dispersos, sin coordinar, y en muchos casos son contradictorios.
Afganistán
Muchos críticos afirmaban en el 2007 que los Talibanes estaban volviendo y que la OTAN no estaba proporcionando aún estabilización total. A mi juicio, esta es una guerra larga: los neo-Talibanes no fueron capaces de lograr el total control de algún enclave del país. El gobierno Karzai debería aprovechar el respaldo internacional para lograr un avance de importancia en la campaña contra-ideológica, porque la misión encabezada por Estados Unidos tendrá éxito mientras proporcione espacio y tiempo a Kabul para ganar la guerra de ideas. Los esfuerzos en el 2008 tienen que centrarse en la coordinación con Pakistán contra los jihadistas, y en los beneficios políticos de la sociedad civil.
Pakistán
El gobierno del General Musharaf expandía por fin sus ofensivas militares durante el 2007 en las zonas de los neo-Talibanes, suscitando contraataques del terror en diversas ciudades y un importante levantamiento jihadista en Islamabad. La escalada abría una oportunidad a que la oposición política obtuviese puntos frente a Musharaf. Para finales del año, Benazir Bhutto y Nawaz Sharif volvían al país y encabezaban a la oposición en las próximas elecciones. El asesinato de Bhutto fue un revés al proceso político. Musharraf y las fuerzas seculares necesitan converger en una plataforma de democracia y seguridad nacional y seguir adelante con las elecciones y la campaña antiterrorista en el 2008. Pero para la seguridad internacional, la prioridad es proteger los activos nucleares de Pakistán y mantener a raya a los jihadistas. ¿Comprenderán esta prioridad nacional más alta en el 2008 el Presidente y la oposición?
Somalia
Una importante, pero temporal aún, victoria frente a los islamistas Mahakem, los Talibanes del cuerno de África, necesitó del apoyo occidental al gobierno somalí y de una intervención etíope para lograrla. Negar protección estatal a Al Qaeda en África es un factor añadido, pero el futuro dependerá de los avances y las derrotas de bin Laden a lo largo del continente africano en el 2008.
Sudán
El principal motivo de preocupación internacional en África es sin duda Darfur. El régimen sudanés fue capaz en el 2007 de atascar la intervención occidental durante un año entero, permitiendo a los janjawid reforzar y llevar a cabo atrocidades adicionales. Jugando las bazas de la Liga Árabe y la Unión Africana para retrasar la acción de la ONU, Jartoum se está enfrentando a los movimientos africanos de resistencia en dos frentes: Darfur, pero también el sur. El régimen, parecido a las demás entidades jihadistas de la región, está ganando tiempo para desmontar sus compromisos previos y desatar contra-campañas. La campaña internacional en Darfur tiene que empezar en el 2008, o de lo contrario la contraofensiva jihadista en África golpeará en el Chad y a lo largo de los países del Sahara a comienzos de 2009.
Norte de África
Los esfuerzos contraterroristas marroquíes, argelinos y tunecinos crecieron en el 2007, pero también los ataques del terror por parte de Al Qaeda en el Magreb. El campo de batalla del norte de África está ahora abierto de par en par después de que los salafistas del combate se hayan unido oficialmente a bin Laden. El apoyo norteamericano y europeo necesita poner sus miras en la región del Sahara en conjunto en el 2008, desde Mauritania al Chad, antes de que caiga frente a las fuerzas jihadistas. Si Al Qaeda se atrinchera en la zona, el oeste de África se verá amenazado hacia el 2009.
Irak
El incremento de fuerzas y aliados norteamericanos ha funcionado y los planes de Al Qaeda se han visto afectados y retrasados en el 2009. Los objetivos de los enemigos combinados de la democracia iraquí (Al Qaeda y los regímenes sirio e iraní) eran desmontar el papel de la Coalición y poner obstáculos insalvables al ascenso de un gobierno en el país. La acción militar norteamericana eliminó las tentativas de Al Qaeda de crear enclaves. El ascenso de las tribus sunitas contra los grupos del terror en el centro del país es un importante suceso en el escenario de Irak. Además, el ascenso de las tribus chiítas en el sur contra la influencia iraní y en solidaridad con las tribus sunitas del centro es el inicio de un cambio estratégico en el país. Sin embargo la persistencia de Damasco y Teherán en apoyar a las fuerzas del terror puede con el tiempo dar un vuelco a estos avances. De ahí que durante el 2008 sea importante que la Coalición encabezada por Estados Unidos equilibre las maniobras de los regímenes sirio e iraní en Irak y ponga los medios para una capacidad iraquí para disuadir las actividades Pasdarán.
Irán
Por el lado negativo, los mensajes confusos difundidos por los líderes del Congreso norteamericano acerca del denominado “diálogo” con el régimen iraní durante el 2007 debilitaron la estrategia de contención norteamericana y perjudicaron los esfuerzos de la oposición iraní. Además, las conclusiones del NIE americano durante el otoño de este año dieron a los mulás de Teherán espacio de maniobra. En el lado positivo, las sanciones extendidas por el presidente norteamericano contra las fuerzas Pasdarán y Quds resonaron por todo el país, suscitando una escalada de la oposición dentro del país. La postura firme del Presidente Sarkozy reforzaba a la coalición occidental frente a las armas nucleares buscadas por los jomeinistas. Sin embargo, si hacia finales del 2008 no se logra mayor contención, para el 2009, el eje sirio-iraní estará ganando la ofensiva regional. Son aconsejables esfuerzos significativos encaminados a apoyar a la sociedad civil de Irán durante el 2008.
Siria
Durante el 2007, el régimen sirio continuó respaldando las actividades del terror en Irak, el Líbano y los territorios palestinos, sin respuesta significativa por parte de la comunidad internacional. En el Líbano, el régimen Assad tuvo éxito debilitando al gobierno y la revolución de los Cedros hasta extremos dramáticos. En Gaza, respaldó el golpe de estado de Hamas junto con Irán. Y fue capaz de poner obstáculos al tribunal internacional Hariri durante un año más. Además, Damasco siguió reforzando su capacidad balística y sus programas de armas de destrucción masiva. Al igual que con Irán, si no se aplica ninguna estrategia de contención seria al régimen Assad a fecha de 2008, al año siguiente tendría lugar un efecto dominó la región contra el ascenso de democracias, con Siria jugando un papel significativo. Durante el presente año, tanto el mensaje político del Congreso norteamericano hacia el “diálogo” como el respaldo ruso instaron a Assad a seguir sus políticas y crear condiciones más difíciles para la oposición siria.
El Líbano
El año 2007 fue testigo de una serie de tragedias con asesinatos del terror dirigidos contra legisladores de la mayoría en el Parlamento y un alto mando del ejército libanés. Hezbolá y sus aliados tuvieron éxito intimidando al gobierno y la Revolución de los Cedros con violencia y amenazas. La oposición pública de Estados Unidos mantuvo el rumbo en apoyo al movimiento democrático al tiempo que las iniciativas francesas confundían aún más a los libaneses. En el 2008, el destino del Líbano se podría centrar en la elección de un nuevo Presidente. Estados Unidos, la Unión europea y sus aliados en la región disponen de alrededor de 9 meses para respaldar un Líbano libre, o de lo contrario el año siguiente podría ser testigo de la caída del país de nuevo en manos del “eje”.
Turquía
El inevitable arrastre del ejército turco en las incursiones contra el PKK en el norte de Irak durante el 2007 sirve indirectamente a los intereses del “eje” sirio-iraní. También desvía la atención del cambio ideológico realizado por el gobierno islamista de Ankara.
Arabia Saudí
Durante el 2007, el reino saudí prolongó sus esfuerzos contra las células de Al Qaeda dentro del país. Desarrolló tácticas adicionales para emprender presiones teológicas sobre la organización. Pero al mismo tiempo, todavía se facilitaban fondos saudíes a los fundamentalistas de todo el mundo.
Rusia
Aunque Rusia sigue siendo un objetivo crucial del terror y la incitación wahabí y jihadista, irónicamente, durante el 2007 el gobierno Putin llevaba a cabo tres maniobras para ventaja de los regímenes del terror: oponerse al sistema de defensa balística norteamericano en Europa, encaminado a proteger a Europa de la amenaza jomeinista; escudar a Teherán de las medidas occidentales de presión; y proteger al régimen Assad. En 2008, la dirección actual tomada por el Kremlin debería ser tomada en serio por Estados Unidos y Europa a través de un diálogo histórico y abierto sobre el futuro del terrorismo. Las políticas actuales de Rusia, si no se corrigen, pueden salir por la culata de su propia seguridad nacional en vista de las crecientes actividades jihadistas en Chechenia y el Cáucaso, así como Asia Central.
La India
La India siguió siendo testigo de los jihadistas en el 2007. Como potencia nuclear, y la mayor democracia del mundo, este país debería ser incluido además en la coalición internacional contra el terror y se debería conceder un papel más relevante en el sur de Asia en el 2008.
China
Durante el 2007, la tecnología y las armas chinas siguieron fluyendo a los regímenes patrocinadores del terrorismo, incluyendo Sudán, Irán y Siria. Al igual que con Rusia, la propia seguridad de China dentro de sus fronteras puede verse afectada por una creciente red jihadista en sus provincias del noroeste.
Francia
La elección de Nicholas Sarkozy en el 2007 es un avance positivo dado que el nuevo Presidente tiene intención de incrementar la participación francesa en la guerra contra el terrorismo. La contínua incitación por parte de las redes jihadistas contra Francia también escalaba vaticinando futuras confrontaciones en Francia.
Europa y Occidente
Los avances y los arrestos realizados en Gran Bretaña, España, Italia, Alemania, Dinamarca, Suecia, los Países Bajos y Bélgica en el 2007 indican que la campaña jihadistas en Europa Occidental van a seguir presentes en el 2008 y más allá. Tendencias similares se pueden detectar en Australia y Canadá durante el mismo año.
Estados Unidos
Durante el 2007, diversos arrestos y desmantelamientos de células dentro de Estados Unidos manifestaban en alcance de las redes jihadistas a varios niveles y en zonas distintas. Una proyección de estos avances y del tipo de infiltración ya presente en este país muestra que el mapa de la red jihadista es mucho más amplio y profundo de lo anticipado, incluso por las agencias y estimaciones del gobierno. La naturaleza diversa de las actividades jihadistas en América me lleva a creer en las próximas oleadas van a ser más sofisticadas y estarán mejor insertadas dentro de las instituciones y la sociedad. Los arrestos y las informaciones de 2007 demuestran que los jihadistas tenían interés en infiltrarse en el sistema de defensa norteamericano.
Sin embargo también hizo acto de presencia otro tipo de amenaza: la infiltración ideológica y jihadista en diversas esferas de la educación y la toma de decisiones, incluyendo a nivel estratégico. Tanto la financiación como la influencia wahabíes y jomeinistas han sido detectadas en el 2007. El Congreso norteamericano y la Administración deberían dedicar más tiempo y esfuerzo durante el 2008 a desarrollar un consenso nacional acerca de la definición de la doctrina que amenaza, el jihadismo. A falta de alcanzar un consenso mínimo sobre la ideología del terror, el 2009 y los siguientes serán testigos de una mutación mucho más rápida de la amenaza jihadista dentro del país.
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