Su padre, Juan José Arévalo, gobernó el país de 1945 a 1950 y es recordado, según distintas fuentes, como el mejor mandatario de la historia moderna de Guatemala.
Bernardo Arévalo, cuyo mote Tío Bernie, se popularizó durante la campaña, nació en Montevideo, Uruguay. Su familia vivía allí tras el exilio de su padre, que ocurrió después de la contrarrevolución que ocurrió en 1954 y que acabó con lo que dio en llamarse la ‘Primavera Guatemalteca’. Vivió su infancia entre Venezuela, Chile y México. Regresó a Guatemala cuando tenía 15 años y, al cumplir la mayoría de edad, se mudó a Israel para estudiar la carrera universitaria.
Es sociólogo por la Universidad Hebrea de Jerusalén, tiene un doctorado en filosofía y antropología social por la Universidad de Utrecht, Países Bajos. Fue diplomático de carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores en la década de 1980, donde llegó a ejercer varios cargos importantes como el de primer secretario y cónsul de la Embajada de Guatemala en Israel entre 1984 y 1988, viceministro de Relaciones Exteriores entre 1994 y 1995, y embajador de Guatemala en España de 1995 a 1996 durante el Gobierno de Ramiro de León Carpio.
«Quiero ser recordado como quien respeto el legado de su padre», le dijo Bernardo al medio ‘Prensa Libre’, unos días antes de ser elegido.