En Estados Unidos, los Precios al Consumidor crecieron 0,3% con respecto a noviembre, por sobre lo esperado por el mercado, impulsado por el índice de vivienda que siguió aumentando en el último mes del año.
La inflación anual, por su parte, ascendió a 3,4%, debido a un retroceso menor de los precios de la energía con respecto a los registros previos, mientras que los servicios continúan significando la mayor contribución.
El IPC subyacente, que excluye alimentos y energía, también fue de 0,3%, aunque a diferencia del IPC general, estuvo en torno a lo esperado y en 12 meses, el indicador se redujo levemente desde 4% a 3,9%.
Con este resultado el mercado mantiene la expectativa de que la FED dé inicio a la flexibilización de la política monetaria en el segundo trimestre, para llegar a una tasa de referencia cercana a 4,25% a fines de 2024. Cabe destacar que la economía estadounidense ha sido resiliente a pesar de las restricciones monetarias y la probabilidad de recesión está prácticamente descartada.
Eurozona: inflación moderada y actividad estancada
En diciembre, el IPC en la Eurozona se incrementó 0,2% y en términos anuales pasó de 2,4% a 2,9% debido a bases de comparación relacionadas a la caída de la energía, mientras que el resto de bienes y servicios continúan moderándose. Por su parte, la medición subyacente, que excluye alimentos y energía, continúa cayendo.
Al igual que la FED, el Banco Central Europeo decidió mantener las tasas de interés en diciembre y se estima que los recortes comenzarían el segundo semestre, dependiendo de la evolución de la economía, que actualmente se encuentra más bien estancada.
Informe preparado por el Programa Económico, Libertad y Desarrollo.