América, Política

México corta gastos en materia de educación, ciencia y cultura

No por falta de convicción, sino por la presencia (¡cuando no!) de una extendida corrupción en varios de los capítulos mencionados en los que se han descubierto irregularidades por nada menos que 68 billones de pesos mexicanos.


La política exterior del actual gobierno argentino tiene algunos componentes realmente sorprendentes. El primero, al que nos referiremos más abajo, tiene que ver con la abierta admiración presidencial por el líder mexicano, Andrés Manuel López Obrador, hecha pública, más de una vez, por Alberto Fernández. El segundo es el andar, confuso y contradictorio, respecto de la dictadura venezolana que encabeza Nicolás Maduro. El apoyo a Maduro parece ser consecuencia de la fuerte presencia de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner en todo lo que tiene que ver con Cuba, Nicaragua y Venezuela. Esto último no es –para nada- sorpresivo desde que la ex presidente argentina tenía una estrecha amistad personal, así como una inocultable admiración por el fallecido Hugo Chávez, con quien compartía una tirria ostensible hacia los Estados Unidos.
 
Volviendo a la admiración del presidente Alberto Fernández hacia el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, no es imposible que ella haya ahora disminuido un tanto como consecuencia del desencanto que seguramente producen las medidas recientes dispuestas por el presidente azteca, con las que ha reducido sustancialmente el gasto público en materia de educación, ciencia, investigación, cultura, cine, deportes y desastres naturales. No por falta de convicción, sino por la presencia (¡cuando no!) de una extendida corrupción en varios de los capítulos mencionados en los que se han descubierto irregularidades por nada menos que 68 billones de pesos mexicanos.
 
A lo que se suma ciertamente la urgencia en adoptar medidas de austeridad, palabra esta última que genera inmediatamente una explosión de urticaria en los dirigentes populistas, cualquiera sea la razón que aconseje la austeridad.
 
No todo lo que brilla es oro. Tampoco Andrés Manuel López Obrador. Por ello, el temprano encandilamiento del presidente Alberto Fernández respecto de su colega mexicano seguramente ha disminuido. Pero lo cierto es que Alberto Fernández, cuya extraña gestión ha producido una manifiesta crisis de confianza en el pueblo argentino, tiene más razones para ocuparse de lo suyo, que para analizar los éxitos o fracasos de su públicamente admirado colega mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
 
 
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
 

// OTROS TEMAS QUE TE PUEDEN INTERESAR

// EN PORTADA

// LO MÁS LEÍDO

// MÁS DEL AUTOR/A

Menú