América, Política

El perrito ´Simón´ ladra contento en Río Gallegos

Alberto Fernández, me dicen, hoy duerme mejor. Ya no “extraña” a Hugo Chávez. Lo imita, lo que es muy distinto, por cierto. A su manera, mal entonces.


Para ponernos rápidamente “en onda”, recordemos primero que el perrito “Simón” (por Simón Bolívar) fue en su momento un simpático regalo de Hugo Chávez al matrimonio Kirchner, con quienes compartía una misma visión del mundo, autoritaria.

Pobre animalito, del calor del Caribe fue remitido muy rápidamente a Río Gallegos, probablemente la ciudad físicamente menos atractiva de la Patagonia, con un clima gélido, que seguramente hizo tiritar de frío a “Simón”, con alguna frecuencia.

Pero “Simón” está ahora más contento, moviendo la cola seguramente, al enterarse que la Argentina ha decidido apoyar abiertamente al dictador Nicolás Maduro, desde que le dio un sonoro pero no inesperado “portazo” al “Grupo de Lima”, separándose de Brasil y convirtiendo a la región en un mosaico de visiones geopolíticas que es claramente incompatible con la idea misma de integración, que todos declaman, pero no respetan. Por eso la región no pesa demasiado en el mundo. Ni hace sentido.

Alberto Fernández, me dicen, hoy duerme mejor. Ya no “extraña” a Hugo Chávez. Lo imita, lo que es muy distinto, por cierto. A su manera, mal entonces.

¿Qué diría José de San Martín, al ver convertirse a su país en una nación “bolivariana”, como acaba aparentemente de suceder, es obvio?

No lo diga, pero piénselo, no es una pregunta menor. Y la respuesta no es complicada.
 
 
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
 
 

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