América, Política

En El Salvador, un “extrapartidario” gana la elección presidencial

Bukele obtuvo una victoria en primera vuelta, con el 53,5% de los votos. Segundo llegó el candidato de “Arena”, Carlos Calleja, con el 32% de los votos.


Un político de nombre extraño para los países latinos, pero veterano en su tierra, Nayib Bukele, de apenas 37 años de edad, acaba de consagrarse como presidente de El Salvador, venciendo a los candidatos de los dos partidos tradicionales que surgieron luego de la dura guerra civil de los 80: “Arena” y el “Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional”.

Hablamos de un ex alcalde de la ciudad capital de la pequeña nación centroamericana, al que se tiene por una persona intolerante y, peor aún, hasta algo arrogante y populista.

Han puesto entonces curiosamente en él sus esperanzas de poder resolver los dos enormes problemas nacionales: la pobreza y la violencia desatada, que el año pasado cobrara las vidas de más de 3.300 salvadoreños.

Después de dos períodos sucesivos de fracasados gobiernos de la izquierda local, el pueblo salvadoreño ha preferido ahora apostar a elegir un nuevo líder. Se trata de un hombre que fuera en su momento expulsado del aludido Frente Farabundo Martí, un movimiento de izquierda. En su decisión pesó esencialmente la urgencia de tratar de combatir y dejar de lado la corrupción.

Un ex presidente que representara a “Arena”, Tony Saca, está preso y ha sido condenado ya a cumplir 10 años de cárcel por haber presuntamente sustraído nada menos que unos 300 millones de dólares del flaco tesoro salvadoreño.

Otro, Mauricio Funes, está hoy asilado en Nicaragua, asediado por acusaciones similares. Ambos fueron elegidos en sus respectivos momentos como representantes de la izquierda local, que –como cabía suponer- ha demostrado –en los hechos- ser enormemente venal y corrupta.

El Salvador está hoy socialmente conmocionado por el constante accionar violento de algunas temibles bandas de delincuentes que asolan el país (ellas son las llamadas “maras”) y extorsionan impunemente a todos.

Todos los candidatos, cabe apuntar, negociaron con ellas de alguna manera durante la campaña, como si esas bandas armadas fueran efectivamente parte de la estructura institucional misma del país. Increíble, pero real.

Bukele obtuvo una victoria en primera vuelta, con el 53,5% de los votos. Segundo llegó el candidato de “Arena”, Carlos Calleja, con el 32% de los votos.

La apuesta está hecha. Un joven de campera negra ha llegado al sillón presidencial de El Salvador en lo que luce como una tan sorprendente, como poco clara apuesta y, peor, como un peligroso “salto al vacío”.
 
 
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
 

// OTROS TEMAS QUE TE PUEDEN INTERESAR

// EN PORTADA

// LO MÁS LEÍDO

// MÁS DEL AUTOR/A

Menú