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¿Tiene futuro el “modelo Milei” en Iberoamérica?

Ian Vásquez y Guido Agostinelli contraponen lo que representa su figura y su impacto en la Región.

Los presidentes Javier Milei, de Argentina, y Nayib Bukele, de El Salvador, figuran en la lista de oradores de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés), que tiene lugar del 21 al 24 de febrero. La agenda del gran encuentro anual de la derecha estadounidense incluye también al español Santiago Abascal, presidente de Vox. Y, por supuesto, al expresidente estadounidense Donald Trump, empeñado en buscar la reelección. ¿Es Milei la nueva estrella en este arco político?

“Se le ha estado vinculando con quienes son de la extrema derecha en cada país”, dice a DW Guido Agostinelli, economista y docente de la Universidad de Buenos Aires. Pero aclara que a Milei “no le gustaría que lo llamen de extrema derecha, porque considera que el libertario no es de derecha ni de izquierda; él habla de una eliminación del Estado”.

Hilando más fino, explica que “Milei se siente identificado con Trump, pero Trump tiene políticas proteccionistas. Pensemos que Milei ni siquiera está pensando en fortalecer a la industria”. Tampoco considera que haya mayor similitud en materia económica con el presidente salvadoreño. “Me parece que Bukele, al revés, se pone al frente del Estado, no aborrece al Estado”, indica el académico argentino, acotando: “Esta postura de eliminar el Estado es muy extrema”.

¿Liberal o libertario?

Ian Vásquez, vicepresidente para estudios internacionales en el Instituto CATO, con sede en Washington, define a Milei simplemente como un liberal. “Yo no hago mucha diferencia entre liberal y libertario. Para mi son la misma cosa. Es que los términos han cambiado mucho en los últimos 100 años”, explica

“En realidad, liberalismo quiere decir restringir el poder del Estado y de los políticos, para aumentar y resguardar las libertades básicas económicas, personales y civiles de los individuos”, define. A su juicio, “el control de la economía es el control de la vida. La libertad económica es clave y es también el sustento para mantener altas otras libertades”.

No le inquietan afirmaciones como las que ha hecho Milei, por ejemplo, en cuanto a acabar con el banco central. “Buena parte de los liberales, sin ser anarcocapitalistas, creemos que los bancos centrales no deben existir. Acuérdese de que los bancos centrales son nuevos en el mundo, en Argentina, probablemente tiene menos de 100 años y en muchos países ha sido así”, dice Vásquez a DW.

Considera que Milei reconoce la realidad política de su país. “Su proyecto es reducir ese sobredimensionado Estado. Una cosa es lo que es políticamente posible en Argentina, y otra cosa es su ideal, que es el anarcocapitalismo. Pero la mayoría de liberales creemos en un Estado mínimo y limitado en sus poderes, y menos liberales creemos en el anarcocapitalismo”, afirma este experto del Instituto CATO.

Manifestantes muestran un billete gigante de dólar con la cara de Milei.
Partidarios de Bukele apuestan por la dolarización en Argentina.Imagen: Tobias Käufer

Guido Agostinelli contrapone que “el libertarismo extremo, que es el que propone Milei, el anarcocapitalismo, quiere decir que él siempre va a bregar por la eliminación del Estado”. Y pone un ejemplo: “Él dice que las empresas estatales, por más que estén bien manejadas y reporten ganancias, deben ser privatizadas igualmente”.

Este economista de la Universidad de Buenos Aires, autor del libro “Falacias Libertarias”, ejemplifica también la diferencia con el liberalismo clásico. “Un Gobierno liberal en Europa no está insultando al Estado, diciendo que es un ladrón, o que es peor que una mafia, ni nada por el estilo, sino que el Estado tiene que cumplir unos requisitos básicos, indispensables, que son seguridad, justicia, algunas premisas elementales. Después, si incluimos ahí educación y salud, va a depender del grado de liberalismo que tengamos”, ilustra.

El “modelo Milei” y el “modelo Bukele”

El triunfo electoral de Milei, en todo caso, da impulso a sus adeptos más allá de las fronteras argentinas. “Lo que Javier Milei ha mostrado es que una propuesta liberal clara, representa una alternativa políticamente viable”, asegura el analista del Instituto Cato.

“Hay un modelo, que es una alternativa para la región y más allá, que es el liberalismo. Si uno quiere llamarlo el modelo Milei, está bien, pero en realidad es el modelo de la libertad. Eso es diferente del modelo Bukele, que no es un modelo, es cualquier cosa que hace Bukele y es arbitrario, y no es consistente con el liberalismo. Por eso, su modelo tiene que llevar el nombre de Bukele”, argumenta Vásquez.

El análisis que hace Agostinelli del triunfo electoral de Milei tiene un cariz diferente. Hace notar que, “generalmente, es muy sencillo echarle la culpa a la clase política de todos los fracasos que tiene una sociedad. Creo que ha logrado capitalizar eso”. Reconoce, sin embargo, que los admiradores de Milei empiezan a cundir en la región.

“De hecho, por ejemplo, en Chile, Axel Kaiser está adquiriendo un poco más de relevancia, y ya se registró el partido libertario en Uruguay. A mí me parece que está haciendo escuela. Pero, a medida que se profundicen los resultados negativos de la política de Milei, esa escuela se va a empezar a desandar”, prevé.

Agostinelli menciona, como dato, que la inflación se elevó un 25,5 por ciento en diciembre y un 20,6 por ciento en enero, y que las fábricas están produciendo a un 54 por ciento de su capacidad instalada. “Hay unos números que son escandalosamente malos en el arranque de Milei, y eso va a hacer que esa posible escuela a nivel internacional sea fácilmente criticable. Va a ser fácil poder mostrar que este modelo es un fracaso”.

Una información de Emilia Rojas Sasse para DW.

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