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Twitter admite que los rusos manipularon las redes sociales para influenciar la elección norteamericana de 2016

Una agencia del gobierno ruso manipuló intensamente las redes sociales norteamericanas para tratar de influenciar a los votantes en la reciente elección presidencial de 2016.



Así lo acaba de confirmar “Twitter”, informando concretamente que la agencia rusa “Internet Research Agency” operó nada menos que unas 3.814 cuentas de “Twitter” para, desde ellas, desinformar sistemáticamente al público norteamericano en el momento mismo de las elecciones presidenciales, tratando de generar la apariencia impostora de la existencia de graves problemas sociales y políticos en los EEUU. Polarizar y dividir, entonces.

Y,además, para desprestigiar, en todo lo posible, a Hillary Clinton, como candidata; lo que comprueba que los rusos recelan enormemente de ella. Y que buscaban, en cambio, que Donald Trump se alzara con la presidencia de los EEUU, como efectivamente sucedió.

Fueron también ellos quienes simultáneamente “hackearon” las cuentas del Partido Demócrata en busca de información comprometedora, que de pronto pudiera ser utilizada electoralmente contra la Sra. Clinton.

Ante esa lamentable evidencia, la empresa electrónica aludida está notificando individualmente a unos 677.000 usuarios, que sus cuentas fueron utilizadas en las maniobras desinformativas antes referidas, urdidas desde el corazón de la Federación Rusa.Twitter, recordemos, tiene unos 300 millones de usuarios activos, un mundo, entonces.

La noción de “intervención en los asuntos internos de otros estados” está adquiriendo, queda visto, una nueva dimensión, a través de la cibernética. Parece obvio que la referida experiencia acaecida en los Estados Unidos podría, de pronto, repetirse en las elecciones en cualquier otra nación del mundo, de aquí en más.

La empresa electrónica lo ha hecho mientras trabaja aceleradamente en cómo evitar que algo así vuelva a suceder en las elecciones del año en curso que determinarán la composición futura del Congreso de los Estados Unidos.

Al propio tiempo, está cerrando y suspendiendo aquellas cuentas luego de que comprueba que han estado al servicio de la inédita ofensiva de desinformación electoral conducida por las autoridades rusas.

Este esfuerzo luce como el comienzo de un cambio de actitud, en función del cual el uso de “Twitter” ya no será en un escenario de total libertad y prescindencia en materia de contenidos, sino en un marco con algunas reglas básicas para tratar de defender la verdad y la transparencia que no se deben transponer sin correr el riesgo cierto de ser –de pronto- eliminado del sistema electrónico.

No sólo por razones políticas. También por la necesidad de enfrentar enormidades, como son, por ejemplo, el racismo y la difamación.

Algo similar parece estar ocurriendo también en Facebook, que tiene unos dos billones de usuarios. Ocurre que lo sucedido no puede repetirse en las elecciones intermedias norteamericanas de este año, ni en las presidenciales del año 2020 y, en rigor, en ninguna otra, sin generar reacciones políticas y administrativas que pueden ser duras pero que lucen necesarias, en más de un sentido.
 
Emilio J. Cárdenas.
Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas. 

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