La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha anunciado hoy que la ganadora del Premio Nansen para los Refugiados de este año es Angelique Namaika, una monja congoleña que trabaja en la región noreste de la República democrática del Congo.
La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ya tiene tomada la decisión sobre quién debe ganar el Premio Nansen para los Refugiados de este año. Se trata de una monja congoleña que trabaja en la región noreste de la República democrática del Congo, con supervivientes del desplazamiento y abusos por parte del Ejército de Resistencia del Señor. La religiosa Angelique Namaika pasa la mayor parte de su tiempo en regiones remotas del Congo ayudando a mujeres víctimas de los rebeldes de Uganda. Su incansable labor la ha hecho merecedora de este premio.
Gracias a su centro de Reintegración y Desarrollo, la hermana Angelique ha ayudado a más de 2,000 jóvenes y mujeres que fueron obligadas a abandonar sus hogares para ser víctimas de abusos del llamado “Lord´s Resistance Army”. Con su apoyo moral y práctico, intenta que superen sus traumas ya que, tras el abuso, muchas son rechazadas por sus propias familias y comunidades. Se necesita un cuidado especial para ayudarlas a curarse y recomponer sus vidas. La hermana Angélique lo hace ayudándoles a formarse como comerciantes, a montar un pequeño negocio o a regresar a la escuela.
Los testimonios de estas mujeres muestran el importante impacto que ha tenido la hermana Angélique ayudándolas a cambiar sus vidas. Muchas de ellas la llaman con cariño “madre”.
El anuncio de la ganadora del premio Nansen, coincide con la publicación de un informe sobre las personas desplazadas por la violencia LRA. Se estima que desde 2008 unas 320.000 personas se han visto forzadas a huir de la provincia de Orientale, en RDC, y en algunos casos en varias ocasiones. El informe, elaborado por ACNUR y el Centro de Seguimiento de Desplazamiento Interno (IDMC por sus siglas en inglés) subraya cómo la violencia del LRA ha provocado un trauma grave y duradero tanto para los secuestrados como para las cientos de miles de personas que todavía temen regresar a sus hogares.
La propia Angélique fue desplazada por la violencia en 2009 cuando vivía en la ciudad de Dungu, en la Provincia Orientale. Conoce el dolor de tener que huir de tu hogar y es, en parte, lo que la mueve a trabajar cada día para ayudar a los que lo necesitan.
La monja católica de 46 años recogerá el premio el 30 de septiembre en Ginebra, Suiza. Éste incluye además 100.000 dólares para su causa. Tras la ceremonia la hermana Angélique viajará a Roma, donde será recibida en el Vaticano por el Papa Francisco el día 2 de octubre antes de partir hacia París, Bruselas y Oslo para mantener otros encuentros.
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