América, Economía y Sociedad

Año histórico record para las exportaciones uruguayas de carne vacuna

El sector productor de carne vacuna uruguayo está celebrando justificadamente el haber cerrado un año claramente récord.

Generará unos 4.000 millones de dólares de ingresos, de los cuales unos 3.000 millones corresponderán a sus exportaciones, dinamizadas por un aumento de los precios internacionales de la carne vacuna del orden de un 13%, y por los gruesos errores reiteradamente cometidos por la Argentina, como competidora inmediata, derivados del populismo y de la tonta demagogia de la actual administración peronista, todavía encaramada en el poder pese a la estruendosa derrota sufrida en las recientes elecciones intermedias nacional (por más de 2×1), que presagia el comienzo del fin del peronismo “tradicional”, intoxicado muy gravemente por la presencia del ahora llamado “kirchnerismo”, hijo de la poca sensatez de Eduardo Duhalde, que inexplicablemente llevó a los Kirchner a lo más alto del poder político argentino.

Las constantes desacertadas decisiones del presidente Alberto Fernández son las propias de un hombre que desconoce notoriamente cómo funciona efectivamente el campo argentino. Basta mirarle el peculiar “aspecto exterior”, para confirmar rápidamente lo antedicho.De “gaucho”, poco y nada.

Sus errores se generan por sus “demagógicas prioridades políticas”, que se subordinan siempre al objetivo “central” de su mandato, que es claramente el de lograr la impunidad de su vice-presidente, Cristina Fernández de Kirchner, asediada por causas judiciales que, como es público y notorio, tienen –todas- que ver con la corrupción.

Para los dos Fernández que hoy encabezan circunstancialmente nuestro gobierno, los argentinos tienen “derecho” a comer diariamente “carne”, para lo cual, cuando los precios internacionales suben, recurren enseguida a establecer precios máximos internos, menores que los internacionales, perjudicando al campo, sin mayores disimulos. Así“compran”descaradamente lealtades y votos.La “cuenta”, es evidente, la paga el campo, como “pato de la boda”. Y la Argentina toda, en consecuencia.

Los uruguayos (competidores directos nuestros) se han beneficiado entonces del repentino aumento de los volúmenes exportados atribuible, en buena medida, a la voluntaria, pero grotesca, “deserción” de la oferta de carne vacuna argentina del mercado internacional.

Obtendrán este año nada menos que unos 3.000 millones de dólares por exportaciones cárnicas, la principal de las cuales es ciertamente la de carne vacuna.

Su principal comprador hoy es China, por más de 1.600 millones de dólares anuales.

Uruguay faenará este año unos 2,6 millones de cabezas bovinas. Los novillos que el país vecino exporta tendrán un buen peso promedio,muy cercano a los 520 kilos. Y una calidad muy similar a la de la carne argentina, por cierto.

Además, el consumo interno uruguayo de carne vacuna retomó también el camino del crecimiento. Con alguna moderación. Esto es, dio un salto del 2,3%, anualizado.

Esto ya es historia. Recordemos, la verdad padece, pero no desaparece. Nunca. Para las autoridades uruguayas: “chapeau”. Merecido éxito, por cierto.

(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.

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