América, Política

¿Cómo piensan y opinan hoy los venezolanos?

El Instituto Venezolano de Análisis de Datos acaba de dar a conocer una importante encuesta de opinión llevada a cabo entre el 8 y el 16 de agosto de 2015.

Desde que las respuestas a las preguntas en ellas formuladas permiten identificar qué piensa y opinan hoy el castigado pueblo venezolano, parece oportuno difundirlas.
 
Sobre la situación en general de Venezuela, el 80% de los encuestados responde que es mala. Si a ello le agregamos el 7,6% que responde que la situación es de regular a mala, advertimos que la enorme mayoría del pueblo venezolano está sumamente disconforme con lo que está viviendo.
 
Respecto de cuáles son los tres principales problemas que tiene Venezuela, las respuestas son contundentes. El 81,8% de los encuestados señala que su principal problema es el desabastecimiento y la escasez. Un 68,9% de las respuestas agregan como problema central a la inseguridad personal. Hay además un 41% de las respuestas que se refiere al alto costo de la vida. Esos son, entonces, los tres grandes obstáculos que tienen al pueblo de Venezuela sumergido en la ansiedad.
 
Cuando se pregunta a la gente por la dirección general, esto es por el rumbo, en que van las cosas en Venezuela, nada menos que un 87,2% entiende que Venezuela transita “en la dirección equivocada”. Clarísimo.
 
A su vez, cuando se trata de evaluar la situación económica del país, un 84,3% sostiene que es mala o muy mala, a lo que cabe agregar un 4,8% que contesta que es de regular a mala.
 
Curiosamente, cuando se interroga acerca de la situación política del país, el 81,3% contesta que es mala o muy mala. A lo que cabe agregar el 4% que postula que la situación es de regular hacia mala. La preocupación por la situación económica excede a la preocupación por la situación política, aunque lo cierto es que en ambos casos esa preocupación es muy elevada. Los venezolanos demuestran gran ansiedad respecto de su futuro tanto económico como político.
 
Cuando se pasa a la vida diaria, la primera pregunta tiene que ver con la posibilidad de adquirir los productos que conforman la canasta básica de las necesidades de la gente. Nada menos que un 92,8% reconoce haber tenido problemas. Todos, prácticamente. Quizás con la excepción de los militares y sus familias y de la “nomenkatura” y sus entornos familiares.
 
En busca de determinar quiénes pueden ser los responsables del desastre en que se encuentra Venezuela, la encuesta pregunta a quién se considera el mayor responsable de la situación actual. El 47,8% apunta al gobierno nacional. Un 14,3%, más selectivo, contesta que el gran responsable es el cuestionado presidente Nicolás Maduro. Sólo un 0,9% contesta que la situación tiene que ver con la “guerra económica” que enfrenta Venezuela. Esto es con la “excusa oficial” que es, precisamente, la fantasía de que Venezuela ha sido objeto, desde el misterio, de una “guerra económica”, presuntamente para someterla. Nadie le cree a Maduro.
 
Nuevamente respecto de la vida diaria, la encuesta pregunta cómo se siente la gente respecto de la tortura cotidiana de tener que hacer colas para todo, especialmente para hacerse de sus alimentos. La respuesta más compartida sugiere que si bien las colas molestan, no hay otra forma para poder comprar los alimentos necesarios. Es notable que haya un 12% de las respuestas que dice no hacer colas, probablemente se trata de algunos funcionarios públicos, militares y de gente que, por sus altos ingresos, envía a otros a hacer cola.
 
La encuesta pregunta también a la gente si le alcanza el dinero para poder vivir en su hogar con lo necesario. Un 87,9% responde negativamente.
 
 Entre las preguntas hay una específica acerca de qué se opina de la gestión del presidente Maduro. Un 69,6% la califica de pésima (47,1%) o mala. Hay, no obstante, un 7,7% que sostiene que es buena y un delirante 3,2% que contesta que es excelente. Cuando se agrega si existe confianza en que Nicolás Maduro podrá resolver los problemas de Venezuela, hay un 64,9% que sostiene no tener ninguna confianza de que ello pueda ocurrir, al que debe sumarse un 11,8% que contesta que tiene poca confianza.
 
Cuando se pregunta si se piensa que el gobierno de Nicolás Maduro es corrupto, un 68,7% de las respuestas contesta afirmativamente, y sólo un 8,3% de los encuestados sugiere que Nicolás Maduro es honesto.
 
Respecto de cómo se debería, constitucionalmente, resolver la debacle venezolana, un 41,3% postula que Maduro debe renunciar y convocar a elecciones. Un alto grupo de soñadores, entonces. Más realistas, un 26,8% de los encuestados sugiere esperar hasta las elecciones del 6 de diciembre que podrían resultar en cambios copernicanos en la Asamblea Nacional. A ello se agrega que el 68,3% sostiene que el gobierno no es democrático y que conforma, más bien, una dictadura. Hay asimismo un 48,2% de las respuestas que agregan que el oficialismo va a perder las elecciones de diciembre. Todo esto pese a que el 68,4% de los encuestados entiende que el Consejo Nacional Electoral no es independiente. Un 57,9% de quienes responden afirman abiertamente que están dispuestos a votar por la oposición.
 
La encuesta aclara también que el 60,8% de los venezolanos aprueba que haya personalidades internacionales que visiten Venezuela para manifestar su preocupación por la situación de los presos políticos. Y un 72,3% que está en desacuerdo con las medidas adoptadas por Nicolás Maduro que prohíben salir de Venezuela a 22 personas vinculadas con algunos medios de comunicación que no están sumisos a Nicolás Maduro.
 
Respecto de la imagen de las instituciones, la empresa privada sale muy bien, desde que tiene un 75,1% de aprobación, seguida por la Iglesia Católica, con un 72,8% de respuestas favorables, y por los medios de comunicación privados que concitan un 68,1% de aprobaciones.
 
Concretamente sobre los partidos políticos, un 53,4% de los encuestados evalúa positivamente la actuación de la llamada Mesa de la Unidad Democrática. Además, un 59,1% sostiene que la oposición tiene la capacidad para resolver la crisis socio-económica en la que los bolivarianos han sumergido a Venezuela. Hay asimismo un 70% de respuestas a favor de que los exiliados políticos puedan regresar a Venezuela.
 
Cuando de identificarse con la oposición o el oficialismo, un 43,8% de los encuestados manifiesta pertenecer a la oposición; un 34,3% sostiene ser independiente, y sólo un 21,9% se pronuncia a favor del oficialismo.
 
Por último, aparece también una pregunta referida a si en la eventualidad de convocarse a elecciones presidenciales inmediatas, votaría, o no, por Nicolás Maduro si este volviera a ser candidato. Como era de esperar, nada menos que un 69,2% de los venezolanos contesta que nunca lo volvería a votar. Sólo un 18,1% de los encuestados estaría dispuesto a volver a votar, pese a su fracaso, por Nicolás Maduro.
 
Los comentarios precedentes son una suerte de radiografía precisa acerca de la situación real actual en la que se encuentra, en materia de opinión, el pueblo venezolano. Para Nicolás Maduro el futuro no luce nada atractivo. Hay una pregunta que no se hizo, quizás porque no era fácil incluirla. Me refiero a si los encuestados creen posible, o no, que haya fraude en las próximas elecciones del 6 de diciembre. Pese a la ausencia de respuestas frente a una pregunta inexistente, en mi opinión, a la luz de las características de Nicolás Maduro, se impone una respuesta positiva.
 
 
Emilio J. Cárdenas
Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.

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